Tras demostrar un especial talento para el dibujo y la pintura durante su infancia y adolescencia, inicia estudios de arte en la Universidad de Miami, que tiene que abandonar por problemas económicos. A los veinte años empieza a trabajar en un estudio de retratos en Filadelfia, lo que supuso el inicio de su exitosa carrera de fotógrafo. Sus primeros trabajos son documentales sociales efectuados en los barrios negros de West Palm Beach, Filadelfia y Baltimore, especializándose, a partir de los años cuarenta en el retrato, y llegando a ser el fotógrafo estrella de artistas, literatos y músicos. El estilo de Newman se caracteriza por la denominación de retrato de ambiente. Bajo una perspectiva acusadamente personal, sus imágenes, incluyen elementos que configuran las claves para definir la personalidad, la actividad y la forma de pensar del retratado. De este modo, alejándose del concepto clásico de fotografía documental, refleja las impresiones que le provoca cada individuo, considerando la fotografía como un medio en continua evolución.