Realiza su formación artística en la Escuela Superior de Bellas Artes de Atenas. En 1954 obtiene una beca del gobierno español que le permite residir nueve meses en nuestro país. A partir de entonces decide establecerse en Madrid, ciudad en la que crea en 1958 el Estudio Boj, dedicado a la enseñanza de las diferentes técnicas del grabado y por el que han pasado muchos de los más destacados grabadores del panorama artístico español. Esta importante labor docente es continuada durante muchos años en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, donde trabaja como profesor titular de grabado. Es miembro de la Academia de Bellas Artes de Granada desde 1979 y entre los galardones que se le han concedido se encuentran: la Medalla de Oro de la Agrupación de Artistas Grabadores (1960), el Premio Nacional de Grabado (1967) y la Medalla de Oro del Ateneo de Sevilla (1977), entre otros. Dimitri es conocido por la importante labor llevada a acabo en el mundo del grabado, en el que ha realizado importantes trabajos que destacan tanto por la indiscutible habilidad técnica en la ejecución como por su particular mundo creativo. En las obras de los primeros años dominan los temas relacionados con las labores del campo que el autor ilustra con exquisita sensibilidad. Posteriormente su particular mundo iconográfico se hace mucho más libre y su imaginación puebla de personajes fantásticos y misteriosos sus creaciones, que aparecen envueltas en una atmósfera plena de poesía y magia. Ha participado en las exposiciones colectivas de grabado más importantes de nuestro país y ha protagonizado numerosas muestras individuales, entre las que destacan: el homenaje realizado en 1979 en la desaparecida galería Tórculo de Madrid y la muestra antológica llevada a cabo por la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba en 1997.