Utilizando materiales poco convencionales, como la goma uretánica, para la realización de esculturas blandas, Cecchini, articula la herencia minimalista y postpop, enfatizando una lectura postmoderna que se recrea, principalmente, en los objetos de uso cotidiano. De este modo, conjugando la fotografía manipulada digitalmente con la instalación, sus obras prescinden de la evocación situándose en la metáfora de los escogido por el artista, Duchamp, y lo dignificado por el arte, Oldenburg. Destacan sus exposiciones en el Palais de Tokio, París, comisariada por Gerôme Sans y Nicolas Bourriaud, C.G.A.C., Santiago de Compostela, y Heildelberger Kunstverein.