Figura destacada del realismo escultórico castellano, se forma en Madrid en el taller de Juan Cristóbal. En 1925 recibe una beca de la Diputación de Segovia que le permite viajar por Italia, instalándose a su regreso definitivamente en Madrid. Su obra se caracteriza por estar tallada directamente en piedras duras como el basalto o el granito, sobre las que realiza retratos así como esculturas de animales, tal y como se observa en Osos Polares (1931, Colección Hernández Bueno). Sus simpatías hacia el Partido Socialista, le llevan a esculpir numerosas cabezas de Pablo Iglesias y a colaborar con el Patronato de Recuperación de Bienes Artísticos con Maria Teresa León y Rafael Alberti. Muere en el frente de Usera en 1936. En los Jardines del Campo Grande de Valladolid, y en el Parque de Isabel la Católica de Gijón se pueden observar algunas de sus obras públicas más importantes.