Su obra, alejándose de la perspectiva documental, incide en la representación del hombre y el entorno donde se desenvuelve su vida, enfatizando lo cotidiano. Utilizando una visión reduccionista de la realidad, y procedimientos artísticos variados, como la fotografía, el bronce o la resina de poliéster. Amador sumerge al espectador en las apariencias, unificando el pragmatismo simbólico con la tradición minimalista. En 2002, su obra, Germinaciones, se expone en las galerías Max Estrella, Madrid, Angelika Hartan, Stuttgart, y Löhrl de Mönchengladbach y Michael Shultz, Berlín,