El artista manchego protagoniza en el Museo Thyssen-Bornemisza una muestra casi autobiográfica
“Antonio López”
MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA
Paseo del Prado, 8
28014 Madrid
Del 28 de junio al 25 de septiembre de 2011
De martes a sábados, de 10:00 a 23:00 horas
Domingos, de 10:00 a 19:00 horas
Del 28 de junio al 25 de septiembre de 2011, en el Museo Thyssen-Bornemisza
Comisarios: María López, hija de Antonio López, y Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza
Comisaria técnica: Paula Luengo, Área de Conservación del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid
Obras: cerca de 130
Patrocina: Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado S.A
Nacido en la localidad manchega de Tomelloso en 1936, Antonio López desarrolló una temprana vocación por el dibujo de la mano de su tío, el pintor llamado también Antonio López. En la primera mitad de los años cincuenta se formó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, junto a Amalia Avia, Lucio Muñoz o Enrique Gran, formó la llamada Escuela de Madrid.
Una beca le permitió viajar a Italia en 1955 y desde 1957 comenzó a presentar sus primeras exposiciones individuales en Madrid. Durante un tiempo fue profesor encargado de la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando donde estudió y en 1985 y 2006 recibió, respectivamente, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y el Premio Velázquez.
López protagoniza, desde mañana en el Museo Thyssen, la que será probablemente la muestra estrella del verano madrileño: una exhibición casi autobiográfica en la que el propio artista ha colaborado en la selección y el montaje de las obras, que suman cerca de 130.
“Antonio López” no se estructura según criterios cronológicos, sino que los trabajos fechados en los últimos veinte años y los llegados directamente de su estudio dan paso a piezas tempranas de la década de los cincuenta en salas en las que convivirán, en representación equilibrada, pinturas, esculturas y dibujos, los tres medios artísticos que ha empleado esencialmente el manchego a lo largo de su carrera.
Antonio López. Figura de mujer. Eva, 2010. Colección del artista
Antonio López. Casa de Antonio Lopez Torres, 1972-1980. Fundació Sorigue
Antonio López. Taza de váter y ventana, 1968‐1971. Colección Masaveu
Veremos en el Museo Thyssen sus famosas vistas de Madrid, incluidas las más recientes dedicadas a la Gran Vía, dibujos de árboles frutales, interiores, retratos de parejas y pinturas dedicadas a Tomelloso en las que queda patente la veneración de Antonio López por la tradición pictórica anterior y su defensa de la libertad como fuente de lo creativo y de los sentimientos como materia básica del arte. Además de reunir sus temas más recurrentes (entre ellos la figura humana, muy presente en sus esculturas y dibujos), esta antológica descubrirá al público un López menos conocido, menos evidente que el acostumbrado.
Antonio López. Madrid desde la torre de bomberos de Vallecas (1990-2006)
El que es quizá el mayor representante del realismo y de la figuración contemporánea en nuestro país escoge como temas básicos de su producción aspectos cotidianos en los que halla una vertiente poética y durante la plasmación pictórica de los mismos, hace y deshace, retoca y corrige durante años para que quede presente su esencia.
Buena parte de los trabajos que veremos en esta exposición han sido cedidos por colecciones particulares españolas; otros son inéditos e incluso inacabados y el resto proceden de centros como el Museo Reina Sofía de Madrid, el Bellas Artes de Bilbao (donde la antológica viajará en otoño), el Centre Georges Pompidou de París, la Hamburger Kunsthalle o el Museum of Fine Arts de Boston.
La muestra se completará con la proyección en una de las salas de dos documentales diseñados para la ocasión con imágenes del trabajo de Antonio López en este último año, tanto en su estudio como en exteriores, así como diversas entrevistas a personas cercanas a él. Además, todos los sábados de julio podrá verse en el salón de actos del centro la película El sol del Membrillo (1990‐1992) en la que, a través de la contemplación de Antonio López pintando un membrillo en el patio de su casa, el director de cine Víctor Erice explora el proceso de creación de una obra de arte, planteado no como un documental sino más bien como un diario que pone en relación cine y pintura como instrumentos para capturar la realidad.
Antonio López
Cabeza griega y vestido azul, 1958 (intervenido en 2011)
Colección privada
Antonio López
Membrillero, 1992
Fundación Focus-Abengoa, Sevilla
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