Crítica política y social, ironía, subjetividad y un catálogo de neuras contemporáneas. La artista francesa Anne-Lise Coste, que actualmente reside y trabaja en la aldea de Orthoux (Languedoc) tras un periodo en Nueva York, se vale de textos y dibujos, medios que ante todo le ofrecen inmediatez, para crear imágenes en las que sabe combinar asuntos privados y públicos: estados de ánimo subjetivos y reflexiones sobre asuntos que nos conciernen a todos; también conjuga lo emotivo y lo lírico y un humor que, como su lenguaje, evoca el dadaísta.
Hace cuatro años, Nogueras Blanchard presentó “Blue Water”, su primera muestra individual en Madrid, en la que pudimos ver sobre todo dibujos y graffitis donde reflexionaba sobre la vertiente social del ser humano y sobre el transcurso del tiempo, aunque también acciones e instalaciones en las que manejaba un tratamiento peculiar de lo escultórico: diseñó estructuras tremendamente frágiles asentadas sobre muebles con materiales que solían ser naturales: palos, maderas…
En aquella ocasión destacaban en la exposición las tonalidades azules, en relación con el agua natural y teñida que daba título al proyecto y que presentaba en botes, en un sencillo montaje que acompañaba a cuatro grandes lienzos donde presentaba muy básicas inscripciones realizadas con aerógrafo. El conjunto estaba dominado por la sencillez; las referencias eran, sin embargo, complejas.
Coste regresa ahora a esta misma sala con “Thinking of you (body and soul)”, muestra en la que de nuevo tienen un peso fundamental el dibujo y el azul, aunque también lo performativo, y no deja de estar presente ese aire de nostalgia común a casi todos sus trabajos, una melancolía que tiene que ver con el deseo de representar lo que no puede verse. No es, ni mucho menos, exclusivo de la artista francesa sino voluntad común de un infinito número de pintores desde los anales del género: conforme al origen de la pintura relatado por Plinio el Viejo en su Historia Natural, Kora, hija del alfarero Butades, trazó en una pared de Corinto la silueta de la cabeza de su amante a punto de marchar, para conservar así no solo su imagen sino también, quizá, su alma, atendiendo a la tradición primitiva. Jacques Derrida advertiría de que la ausencia es origen del dibujo, manera y no solo causa, al entender que, cuando Kora delineó a su novio, lo hizo a partir de su imagen fijada en el recuerdo, tras mirar.
El centro de la exhibición que Coste presenta ahora en Nogueras Blanchard son sus Vessels, vasijas dibujadas de reminiscencias antiguas: podemos no alcanzar a entender su significado, pero sí conectar con su sentido emocional, derivado de lo más primario. No cuesta imaginar a la artista trazando sus formas, enlazadas con las corporales humanas: estas obras desprenden una gran soledad, pero no ha desaparecido la huella de su autora.
El acto de representar estas vasijas con grafito tuvo un gran componente performativo: en la estela de Ana Mendieta en sus Sandwomen, Coste se sirvió de su propio cuerpo, literalmente, para dar forma a los de otros, quizá desaparecidos (que podrían ser el suyo multiplicado). El ritual casi arcaico se conjuga con el acto sentimental, de modo que estas figuras, cuerpos entre el pasado y el presente, quedan convertidas en naturalezas muertas.
Las líneas que desafían el vacío en estas piezas serán la memoria arqueológica que permanecerá en el tiempo cuando sus modelos terminen de estar ausentes.
Anne-Lise Coste. “Thinking of you (body and soul)”
c/ Doctor Fourquet, 4
Madrid
Del 30 de marzo al 18 de mayo de 2019
