Ann Veronica Janssens, nada más que luz

La artista expone por primera vez en Finlandia, en el KIASMA

Helsinki,

Ann Veronica Janssens llega a Helsinki para iluminar su invierno. Esta artista belga de origen británico crea obras basadas en la luz y en la interacción de esta con los líquidos, la niebla, las superficies reflectantes y el espacio circundante, que ella realza invitando al público a sumergirse en experiencias sensoriales.

En el origen de su producción se encuentra el estudio de la atemporal fascinación del ser humano por los fenómenos visibles: la luz y la sombra, los eclipses solares y los lunares, los relámpagos, los cuerpos celestes, las auroras boreales y la infinidad del cosmos; usa sus instalaciones como vehículo experimental para invocar esas dimensiones inaprensibles desde la curiosidad y la mente abierta a la ciencia y al asombro. Trata, en definitiva, de materializar y hacer perdurar en el tiempo atmósferas lumínicas efímeras, desafiando también las convenciones perceptivas, nuestros modos de aproximarnos al entorno.

Ann Veronica Janssens. Magic Mirrors, 2012-2014
Ann Veronica Janssens. Magic Mirrors, 2012-2014
Ann Vernica Janssens. Untitled (White Glitter), 2016
Ann Veronica Janssens. Untitled (White Glitter), 2016

Se sirve Janssens de materiales contados, porque entiende que el arte no es un objeto sino una experiencia, que ella elige suscitar a través del color y la luz: pide al espectador que no trate de encontrar en sus creaciones significados con connotaciones filosóficas profundas, sino que lo conciba como una invitación a ceder el control, a escapar de la que llama “tiranía de los objetos” y a cultivar su fe en la existencia de un universo ajeno a la esfera material. Hay, sin embargo, paradojas claras en su propósito: para dar a sus ideas una forma visual, recurre al uso de elementos inherentes a lo objetual, como el citado color, y aunque trate de acercarnos fenómenos no materiales de la forma más directa posible, sin recurrir a la representación ni a la exposición de artefactos, sus trabajos tienen una presencia muy tangible, que es precisamente la que posibilita que los espectadores puedan interactuar con ellos y participar en experiencias sensoriales inmediatas.

Su muestra se despliega en las plantas cuarta y quinta del KIASMA de Helsinki; para la quinta, la belga ha ideado un paisaje construido a partir de luces de tonalidades diversas proyectadas en las paredes que generan efectos visuales que fácilmente recuerdan a los arco iris o las auroras boreales. La artista llama a estas obras campos de luz y los considera una vía inmaterial para experimentar con el color y la composición: los efectos perceptivos y las sensaciones que pueden generarse con esos recursos sencillos son lo único que importa aquí.

De hecho, la producción de Janssens solo adquiere sentido cuando se presenta en el espacio y ante visitantes que en él comparten tiempo y experiencias. En una de las salas del KIASMA, el público puede incluso subirse a bicicletas cromadas para adoptar una nueva visión del espacio al atravesar la luz sobre dos ruedas y a una velocidad desacostumbrada en cualquier exposición (o eso debería).

A ciclistas y viandantes, les propone Janssens adentrarse en zonas transfronterizas entre lo interior y lo exterior, lo finito y lo inabarcable, lo visible y lo que no lo es, cuestionándose la fiabilidad de su vista y, en último término, la base misma de sus sensaciones y de su conciencia.

Entre los proyectos que forman parte de esta exhibición podemos citar Untitled (White Glitter), una escultura efímera formada por fragmentos de plástico blanco y brillante que deja caer al suelo al azar, variando por tanto el resultado en cada lugar donde recale (las superficies iridiscentes son muy frecuentes en su trabajo, pues producen efectos muy distintos según el punto de vista del que mira); Volute, una pantalla de niebla evanescente, apenas perceptible, que parece una puerta hacia un mundo inesperado, o tres de sus Magic Mirrors, cuya visión también se transforma según la distancia y el ángulo desde los que los contemplemos. Son muestra de rasgos distintivos de muchas obras de Janssens: se aproximan al minimalismo y presentan colores radiantes y superficies reflectantes o transparentes. Nos invitan a reflexionar sobre las propiedades de la materia y la inestabilidad de nuestras percepciones.

No faltan tampoco en Helsinki sus Three Sculptures, piezas que contienen agua destilada y aceite de parafina, líquidos que por sus distintas densidades refractan la luz de forma diferente, o Jupiter, una instalación sonora que nos permite escuchar los sonidos grabados por una nave espacial en ese planeta, compuesto principalmente de de hidrógeno líquido y helio y nunca visitado por humanos.

Ann Veronica Janssens. Volute, 2006-2017
Ann Veronica Janssens. Volute, 2006-2017

 

 

“Ann Verónica Janssens”

MUSEUM OF CONTEMPORARY ART KIASMA

Mannerheiminaukio 2

Helsinki

Del 12 de octubre de 2018 al 13 de enero de 2019

 

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