Angela Melitopoulos y las subjetividades del vídeo

El Museo Reina Sofía repasa su trayectoria

Madrid,

De Vasos Comunicantes, la actual ordenación de la colección del Museo Reina Sofía, forma parte Crossings (2017), un proyecto que Angela Melitopoulos presentó en Documenta 14 y que propone una revisión de la reciente crisis griega en doble pantalla y a la luz de distintas épocas y espacios; y su trabajo Déconnage también pudo contemplarse en la muestra que el centro dedicó recientemente al psiquiatra Francesc Tosquelles, “Como una máquina de coser en un campo de trigo“.

Ahora esta artista, nacida en Alemania en el seno de una familia de origen griego, despliega en el MNCARS una de sus mayores exhibiciones, “Cine(so)matrix”, la primera que inaugura el Museo con Manuel Segade como director, heredada de la programación prevista por Manuel Borja-Villel. Es autora de cartografías cinematográficas complejas que toman la forma de instalaciones de vídeo, lenguaje en el que se sumergió de la mano de Nam June Paik, quien fue su maestro en la Academia de Düsseldorf. Le interesa la relación de este medio con el tiempo desde una perspectiva filosófica, y con la memoria, la geografía y la subjetividad, y muy a menudo ha trabajado en sus piezas, y en la conformación de sus discursos a largo plazo, en colaboración con profesionales en distintas áreas, como el sociólogo y filósofo Maurizio Lazzarato, la antropóloga Barbara Glowzewski o el psiconalista Jean Claude Pollak.

Desde finales de la década de los noventa, viene centrándose Melitopoulos en la investigación y la narración de cuestiones geopolíticas, por un lado, y en el empleo, por otro, de las propiedades no narrativas de las imágenes en movimiento para manifestar afectos; sus proyecciones constituyen exploraciones de largo alcance de los paisajes de la memoria ligados a la Europa del siglo XX, la violencia de cariz imperialista contemplada a través del prisma de la experiencia migratoria, o las subjetividades minoritarias y, sobre todo, resistentes. Su método narrativo profundiza en una memoria colectiva y subterránea de formas de opresión ligadas al expansionismo, los excesos del crecimiento económico o el racismo.

Segade ha subrayado la relevante dimensión espacial de sus propuestas -el montaje ha supuesto, para asegurar una correcta experiencia del sonido, un desafío tecnológico- y su exigencia hacia el público; la contemplación completa de los trabajos reunidos requeriría, de hecho, de una visita de más de un día.

Organizada cronológicamente y atendiendo a las principales inquietudes de la artista en el tiempo, “Cine(so)matrix” (el término lo emplea la propia Melitopoulos para referirse a su producción, aunando los términos cine, soma y matriz) incide en las consecuencias individuales, sociales y también perceptivas de las migraciones, ligadas a su propio pasado familiar; en las posibilidades de la escucha; en el peso de las infraestructuras a la hora de construir relaciones políticas y en la importancia del posicionamiento personal, el activismo y la mencionada resistencia.

Tras un diagrama, ideado por José Delano, que nos ayudará a orientarnos en el recorrido y a relacionar piezas y conceptos dominantes, contemplaremos en el Reina Sofía una decena de obras audiovisuales y un proyecto sonoro que componen un camino de dos décadas, las transcurridas entre Passing Drama (1999) y Matri Linear B, iniciada en 2022 y aún en proceso. Aborda Melitopoulos sus vídeos como recreaciones del funcionamiento de la memoria y la percepción, y por tanto de la subjetividad, valiéndose en ese sentido de un uso experimental de su tecnología y de los montajes multicanal o no lineales; afirma que, en esta disciplina, la imagen no documenta lo real, sino que actúa como una memoria visual. Y trabaja por esa razón a menudo en torno a la noción de cronopaisaje, el mapeado de determinados lugares en el tiempo.

El mencionado videoensayo Passing Drama, que abre la muestra, se centra en la memoria migrante ligada al pasado familiar de Melitopoulos como al de muchos refugiados griegos: en los veinte, cerca de un millón y medio de personas abandonaron Asia Menor y uno de sus frecuentes puntos de paso, en su camino a Alemania o Austria, era la localidad helena de Drama. Intentando, no tanto hacer memoria, como entender lo que de aquellos episodios desconoce, la artista prestó atención a los relatos de los desplazados y a todas las aristas de lo que su migración implica: una disociación de identidades, lenguas y culturas; procesos de adaptación en muchos niveles.

Justamente fue el tomar conciencia de sus experiencias lo que llevó a esta autora a profundizar en esa idea de los cronopaisajes, sobre la que reflexiona desde hace varios años y no sola: ha creado una plataforma de trabajo colaborativo, llamada Timescapes, en la que artistas, activistas e investigadores comparten datos, creaciones y técnicas a través de Internet.

Angela Melitopoulos. Corridor X, 2006
Angela Melitopoulos. Corridor X, 2006

Con ese propósito se relaciona, asimismo, Corridor X (2006), una videoinstalación que toma su título de un corredor de la Red Transeuropea de Transporte destinada a facilitar los traslados de personas y mercancías. En relación con ella, y a raíz de las investigaciones recogidas en Timescapes, ideó Melitopoulos esta road movie a doble pantalla, utilizando las aportaciones de activistas y videoartistas de Serbia, Grecia y Turquía, algunos de los países concernidos. Desde un montaje no lineal, cuestiona los intentos de integración basados en razones fundamentalmente económicas.

De dos canales también consta la videoinstalación Unearthing Disaster I (2013), planteada igualmente a modo de road movie y elaborada junto a Angela Anderson. Documenta las consecuencias ecológicas y sociales de la construcción de una mina de oro en Skouris y las vías de resistencia desarrolladas por la población, enlazando en un gráfico sus acciones de protesta con la caída de la cotización del proyecto.

Angela Melitopoulos. The Cell. Antonio negri and the Prison, 2008
Angela Melitopoulos. The Cell. Antonio negri and the Prison, 2008

En el centro de la exposición nos espera Antonio Negri, filósofo paduano y teórico de la izquierda italiana que permaneció quince años en prisión, acusado de asociación y rebelión armada contra el Estado a raíz de su involucración en las Brigadas Rojas. La artista lo entrevistó entonces, y también durante una estancia en París y el último día de su condena domiciliaria en Roma; sus intervenciones han quedado recogidas en dos horas de grabación, en The Cell. Antonio negri and the Prison (2008).

Un año anterior es el videoensayo The Language of Things, en el que retoma Melitopoulos teorías de Walter Benjamin en torno al lenguaje, los objetos y lo comunitario. En esta pieza, explora las formas de experimentar la inmediatez que proporcionan entornos tecnológicos como los parques de atracciones, en los que, máquinas mediante, podemos sentirnos ingrávidos, eufóricos, suspendidos en el tiempo y, sobre todo, en un estado sensorial de comunalidad material con las cosas. Las visiones fragmentadas de esta pieza remiten a aquellas a las que tenemos acceso mientras disfrutamos de esas atracciones que transforman momentáneamente nuestro entorno perceptivo.

Angela Melitopoulos. Assemblages, 2010
Angela Melitopoulos. Assemblages, 2010

Otra de las grandes referencias en la obra de la artista alemana es la del filósofo Félix Guattari, estudioso de las culturas animistas y creador, junto al citado Lazzarato, del proyecto Agenciamientos, basado en el empleo de material documental, fragmentos fílmicos, radio, entrevistas y archivos. En cada una de las tres pantallas que componen Assemblages (2010), se nos propone una actividad perceptiva en torno a las agencias del mundo inanimado: ver, oír y leer.

Junto al mismo Lazzarato, y en esa senda, dio forma Melitopulos en 2012 a The Life of Particles, también presentada en tres pantallas suspendidas a diferentes alturas. Nos traslada a Japón y reúne entrevistas, imágenes procedentes de archivos, la voz de Guattari y extractos fílmicos relativos a varios episodios recientes y convulsos de la historia nipona: las protestas contra la militarización de Okinawa, el activismo antinuclear en Hiroshima posterior a la II Guerra Mundial y la conjunción, en ese país, de una tradición animista y los avances tecnológicos.

Angela Melitopoulos. The Refrain, 2015
Angela Melitopoulos. The Refrain, 2015

Hablando de Okinawa, en The Refrain y contando con Anderson, Lazzarato y Aya Hanabusa planteó Melitopoulos una instalación compuesta por un mapa, material de archivo, un texto mural y cuatro canales videográficos. Se refiere a la resistencia de los habitantes de esa prefectura y de la isla coreana de Jeju ante la presencia de bases estadounidenses: sus protestas consisten en la presentación, a sus puertas, de melodías propias de esos lugares y ligadas a su identidad y memoria.

Contemplaremos por último, en “Cine(so)matrix”, el proyecto sonoro Zonkey Music (2023), por el que trabajó junto a Kerstin Schroedinger en un diálogo posible, del todo improvisado e intuitivo, con los sonidos que brotan del paisaje en Alemania y Baja Austria, y el conjunto de videoinstalaciones multicanal Matri Linear B, dedicadas a la fuerza expresiva de la naturaleza más allá de nuestra explotación, la defensa de sus territorios y de su propia integridad vital de los aborígenes australianos y la mecanizada relación actual entre la tierra y quien la cultiva.

Angela Melitopoulos. Matri Linear B- Part 1. Revisionen, 2022
Angela Melitopoulos. Matri Linear B- Part 1. Revisionen, 2022
Angela Melitopoulos. Matri Linear B- Part 2. Surfacing Earth, 2021
Angela Melitopoulos. Matri Linear B- Part 2. Surfacing Earth, 2021

 

 

Angela Melitopoulos. “Cine(so)matrix”

MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA. MNCARS

c/ Santa Isabel, 52

Madrid

Del 14 de junio al 18 de septiembre de 2023

 

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