Ángel Garraza lleva sus Interiores Iluminados al Espacio Marzana

En palabras del propio Ángel Garraza, “en algunas obras anteriores ha surgido la necesidad de traspasar, horadar la superficie del material con la intención de mostrar lo oculto de esos objetos totalmente herméticos, cerrados, que surgen de la propia metodología procesual de mi trabajo. Penetrando en su interior, desvelar ese gesto primordial, vital y constructivo haciéndolos más accesibles. Quizás como una metáfora del hecho de acceder a nuestra propia interioridad y percatarnos de que en el fondo, los sentimientos son como esos interiores iluminados, universales en su factura interna, aunque su apariencia externa sea tan diversa como nuestra propia individualidad. En esta serie, que defino como Interiores iluminados, vuelvo a plantearme la misma cuestión, desarrollando una continuación de propuestas, que surgen a partir de la obra Invierno, primavera, verano y otoño, expuesta por primera vez en el Centro La Borne (Francia) el pasado año y en donde la luz es parte esencial de la misma. Una manera de poner luz sobre esa contradicción, entre lo colectivo y lo individual (interior/exterior) y referirlo de algún modo, a lo que acontece a nuestro alrededor y en nuestras propias vidas.”

La anterior exposición de Garraza en el Espacio Marzana bilbaíno tuvo lugar en 2006, coincidiendo con su exposición retrospectiva en la Fundación BBK. También ha protagonizado muestras individuales en la Galería Astarté de Madrid, en el Pazo da Cultura de Pontevedra, en el Museo González Martí de Valencia y en el Museo Ariana de Ginebra.

“Interiores Iluminados” puede visitarse hasta el próximo 4 de mayo.

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