Ámsterdam y Rembrandt: luces y sombras de una Edad de Oro

El Städel Museum revisa la pintura holandesa del siglo XVII

Frankfurt am Main,

El inicio de año de 2020 trajo al Museo Thyssen madrileño la muestra “Rembrandt y el retrato en Ámsterdam, 1590-1670“, una exhibición que, aprovechando el vínculo estrecho entre los Thyssen-Bornemisza y los escenarios hoy holandeses donde Rembrandt desplegó su carrera, analizaba el manejo del retrato por ese autor en paralelo al desarrollo del género en aquel siglo XVII y en la misma ciudad de Ámsterdam.

Amplía el alcance temático de aquella propuesta, aunque son de nuevo retratos buena parte de las piezas reunidas, la exposición “Rembrandt´s Ámsterdam. Golden Times?”, que ofrece hasta el próximo marzo el Städel Museum de Frankfurt am Main y que recalca el florecimiento artístico que la actual capital de Holanda experimentó hace cuatro siglos: el auge de la economía y el comercio -impulsado por los productos llegados de las colonias asiáticas y africanas-, el crecimiento rápido de la población -que llegó a triplicarse, con los problemas de seguridad que ello apareja-, los hallazgos científicos y una sociedad civil que ganaba influencia explican, además de ese esplendor en lo pictórico, que esta ciudad se convirtiera entonces en una de las grandes, o la gran, metrópolis europea, atractiva para artífices como el mismo Rembrandt, Jacob Backer, Ferdinand Bol, Govert Flinck, Bartholomeus van der Helst, Nicolaes Eliasz, Pickenoy y Jan Victors.

Los retratos del creador de Lección de anatomía constituyen la base de este proyecto, organizado en colaboración con el Amsterdam Museum, que ha prestado para la ocasión sus obras de esta temática, lienzos que rara vez salen de ese centro. Pueden verse en el Städel un centenar de pinturas, esculturas y grabados, así como objetos culturales e históricos llegados, asimismo, de otros museos holandeses e internacionales, como el Rijksmuseum, el Metropolitan de Nueva York, el Koninklijk Museum van Schone Kunsten de Amberes y el Muzeum Narodowe de Varsovia (son ricas también en fondos de este periodo las propias colecciones del museo de Frankfurt, que celebra sus 125 años de historia).

Rembrandt’s Amsterdam. Golden Times? Städel Museum, 2024. Fotografía: Norbert Miguletz
Rembrandt’s Amsterdam. Golden Times? Städel Museum, 2024. Fotografía: Norbert Miguletz

Las élites urbanas fueron los principales comitentes de los artistas mencionados, a quienes se les demandaban, en ocasiones, los entonces novedosos retratos de grupo (hay que subrayar el papel de mecenazgo en este contexto de gremios de artesanos y comerciantes, guardia cívica, gobernadores), pero la exposición quiere también prestar atención a quienes tuvieron menos oportunidades de experimentar esa bonanza que no fue del todo generalizada; la narrativa de la muestra, comisariada por Jochen Sander, busca desplegar facetas de una sociedad plural en la que cupieron la riqueza y la pobreza, el lujo y la penuria; en definitiva, abordar desde un enfoque crítico la Edad del Oro, examinar una ciudad que, como las mismas pinturas reunidas apuntan, atravesaba hondas transformaciones económicas y sociales, y ceder espacio a quienes fueron rara vez retratados, al menos desde la individualidad.

Para el comisario, bucear en esas historias anónimas es tan necesario como valioso para comprender realmente la Ámsterdam en la que Rembrandt residió desde 1630. Atendiendo a su biografía más temprana, la que Jan Orlers escribió en 1641: Y debido a que su trabajo y su arte habían agradado e impresionado grandemente a los ciudadanos y residentes de Ámsterdam, recibiendo frecuentes encargos de retratos, así como peticiones para otras pinturas, decidió mudarse de Leiden a Ámsterdam. En consecuencia, se trasladó hacia 1630, tomando residencia allí.

Rembrandt’s Amsterdam. Golden Times? Städel Museum, 2024. Fotografía: Norbert Miguletz
Rembrandt’s Amsterdam. Golden Times? Städel Museum, 2024. Fotografía: Norbert Miguletz

El recorrido comienza con trabajos ligados al propio desarrollo de la ciudad, su auge económico y su conversión en epicentro comercial, como Alegoría sobre la expansión de Ámsterdam (hacia 1663) de Nicolaes Pietersz. Berchem, Vista de la plaza Dam con el nuevo ayuntamiento en construcción (1656) de Johannes Lingelbach, y El patio interior de la Bolsa de Ámsterdam (hacia 1670) de Job Adriaensz Berckheyde. Esa bolsa de valores era el lugar donde los comerciantes hacían sus transacciones, incluidas las vinculadas a las acciones de las compañías neerlandesas en las Indias Orientales y Occidentales, fundadas en 1602 y 1621, respectivamente. En un tiempo llamativamente breve, estas compañías establecieron por la fuerza un imperio colonial en Asia, África y América del que no quedó exento el comercio de esclavos, como recuerda la muestra. De este modo se amasaron inmensas fortunas, pero también se perdieron a través de la especulación.

Johannes Lingelbach. Vista de la plaza Dam con el nuevo ayuntamiento en construcción, 1656. Amsterdam Museum
Johannes Lingelbach. Vista de la plaza Dam con el nuevo ayuntamiento en construcción, 1656. Amsterdam Museum

Nos referimos al aumento casi ingente de la población de Ámsterdam mientras Rembrandt residía allí: crecieron en consecuencia los orfanatos, los refugios para personas sin hogar y los hogares para ancianos, regentados normalmente por voluntarios burgueses; en el Städel contemplaremos una serie de pinturas grupales encargadas por los superintendentes de una Aalmozeniershuis (casa de beneficencia) que reflejan a limosneros ocupados con sus tareas diarias y que se inspiran en la tradición pictórica católica de las Siete Obras de Misericordia.

Queda representado también un Burgerweeshuis (orfanato de la ciudad), que ofrecía refugio, comida y educación a niños huérfanos de familias burguesas, cuya vida cotidiana en el hospicio estaba estrictamente reglamentada para garantizar su obediencia y futura utilidad social: en Las regentes del Burgerweeshuis (1633 – 1634) de Jacob Adriaensz. Backer, las retratadas se presentan orgullosamente como protectoras de los pequeños, pero estos últimos permanecen anónimos y estereotipados. Era habitual que así fuera, pero hay excepciones: en el Retrato de Malle Baandje, de un creador desconocido de Ámsterdam, la recreada con detalle fue internada de por vida en el orfanato de la ciudad debido a una discapacidad mental. Veremos igualmente en esta exposición composiciones dedicadas a las milicias ciudadanas (de arqueros, arcabuceros y ballesteros), que encargaban y pagaban por sus propios retratos de grupo.

En este tipo de pinturas, como es sabido novedosas y de raíz holandesa, sobresalieron Govaert Flinck, Thomas de Keyser y Nicolaes Eliasz. Pickenoy, que captaron a compañías de milicianos preparándose para marchar o disfrutando de banquetes festivos, aunque la composición más célebre de este asunto se la debemos al mismo Rembrandt: se trata de su Ronda de noche, que nunca sale del Rijksmuseum; sí ha llegado a Frankfurt am Main un dibujo de Jacob Colijns basado en esa obra.

Uno de los mejores retratistas de este momento y esta geografía fue Bartholomeus van der Helst, pero la tradición de la representación de colectivos decaería, en parte, por razones más bien pedestres: la falta de espacio en las sedes donde estos se reunían y el formato necesariamente mayor de esas piezas. Conviene señalar, no obstante, que Rembrandt y sus compañeros artistas de Ámsterdam llevaron a cabo retratos de grupo de los miembros del gremio de cirujanos, homenajeando para la posteridad a los médicos de la ciudad y documentando el inicio de la donación (entonces involuntaria) de cuerpos. Un ejemplo notable es La lección de osteología del Dr. Sebastiaen Egbertsz. (1619), atribuida a Werner van den Valckert o a Nicolaes Eliasz. Pickenoy, que refleja el esqueleto de un marinero inglés que fue ejecutado por piratería en los Países Bajos. Al igual que La lección de anatomía del Dr. Jan Deijman (1656) de Rembrandt, da pie a reflexionar sobre la compleja relación entre la jurisprudencia contemporánea, el avance científico y la curiosidad pública.

Werner van den Valckert o a Nicolaes Eliasz. Pickenoy. La lección de osteología del Dr. Sebastiaen Egbertsz, 1619. Amsterdam Museum
Werner van den Valckert o a Nicolaes Eliasz. Pickenoy. La lección de osteología del Dr. Sebastiaen Egbertsz, 1619. Amsterdam Museum

Profundamente conmovedor es el dibujo de Rembrandt del cuerpo de Elsje Christiaens, que fue condenada a muerte en 1664 por homicidio y posteriormente ejecutada públicamente. Su cadáver fue abandonado a su suerte en las afueras de la ciudad, lo que ilustra un caso de doble castigo acorde con las prácticas de justicia penal de la época: tras soportar la difamación pública y la ejecución, también se le negó un entierro cristiano y un lugar de descanso adecuado. De esta manera, los habitantes y visitantes de la ciudad recordaban crudamente la dureza del sistema legal.

Aunque no constituyen sus trabajos más difundidos, a lo largo de su carrera Rembrandt se fijó en los marginados sociales y dibujó a mendigos, enfermos, vendedores ambulantes y músicos callejeros con mirada atenta. Desde cierta perspectiva lúdica, incluso incorporó sus propios rasgos a un Mendigo sentado en un banco de tierra (1630). La exposición presenta una selección de sus grabados de la colección del Städel, que prueban cómo, a diferencia de muchos de sus contemporáneos, evitó los estereotipos y las caricaturas y se propuso representar la realidad sin juzgarla. En definitiva, estas obras también sirvieron como repertorio visual para la realización de escenas bíblicas narrativas, como el Grabado de los cien florines (hacia 1648).

La exhibición recoge igualmente una serie de retratos efectuados por Rembrandt en Ámsterdam y otros creados por sus alumnos y contemporáneos, destacando el Retrato de Maertgen van Bilderbeecq (1633) del maestro o el Retrato de Pieter Six (1677) de Caspar Netscher. La obra maestra indiscutible en este sentido, en la colección del Städel, es la pintura histórica El cegamiento de Sansón (1636), que muestra el talento excepcional del de Leiden para capturar incisivamente el clímax dramático de una historia.

Por último, los visitantes se familiarizan con la vida en los centros penitenciarios de Ámsterdam, que se establecieron por primera vez en la época de Rembrandt y que permiten debatir la cuestión de lo que entendemos y entendimos por delito y el concepto innovador de la resocialización a través del trabajo significativo en beneficio de la comunidad. Así, los mendigos y los delincuentes menores eran enviados a la llamada “Rasphuis”, donde tenían que cortar (o “raspar”) madera de secuoya brasileña para producir un tinte rojo usado en la industria textil; las mujeres delincuentes, en particular las prostitutas, eran llevadas a la “Spinhuis”, donde se dedicaban a artesanías como el hilado, la confección de encajes y la costura. El objetivo de estas actividades monótonas, tradicionalmente asociadas con la virtud, era reintegrarlos a la sociedad.

En la lectura que propone la exposición, la clase burguesa holandesa priorizaba la eficiencia junto con el bien común y, aunque esa cultura contribuyó significativamente al éxito de Ámsterdam entonces, también sirvió para reforzar algunas divisiones sociales.

Rembrandt’s Amsterdam. Golden Times? Städel Museum, 2024. Fotografía: Norbert Miguletz
Rembrandt’s Amsterdam. Golden Times? Städel Museum, 2024. Fotografía: Norbert Miguletz

 

 

“Rembrandt’s Amsterdam. Golden Times?”

STÄDEL MUSEUM

 Schaumainkai 63

Frankfurt am Main

Del 27 de noviembre de 2024 al 23 de marzo de 2025

 

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