Alina Muressan, la memoria ilustrada de Madrid

La artista rumana expone sus vistas imaginadas en el Espacio MADOS

Madrid,

No es la primera vez que Alina Muressan, ilustradora, dibujante y diseñadora gráfica nacida en Rumanía pero formada en la Escuela de Arte y la Escuela Profesional de Nuevas Tecnologías de Madrid, expone en la capital (ya ha pasado por el Istituto Italiano di Cultura), pero sí exhibe ahora en primicia en la ciudad, en el Espacio MADOS, “El viaje del agua”, un conjunto de quince trabajos de gran formato, en pincel y tinta china, dedicados a los paisajes urbanos de varios distritos madrileños. Por más que reconozcamos construcciones, no hemos de buscar literalidad en estas piezas: en su proceso creativo, Muressan primero fotografía detalles para, a continuación, articular a partir de ellos vistas imaginarias; documenta para después generar ficciones, desplegar su propia visión.

El mismo procedimiento lo siguió en otra de las ciudades en las que ha residido, Ciudad de México, y en la región de Oaxaca (en ese país mostró su obra en el Museo de la Ciudad de México, la feria de arte Bada MX, el Centro Cultural de España, el Museo de Bellas Artes de Toluca o el Centro Cultural San Pablo de Oaxaca); tras seis años allí, ha regresado a España para redescubrir los colores, formas y rincones de la que considera su ciudad, los retazos del pasado y los que atisba del futuro: Déjame pintarte la huella de las personas que hicieron su vida en la ciudad; el Madrid actual, rápido y voraz, castizo y señorial, mezclado con la multiculturalidad de las nuevas generaciones.

Alina Muressan
Alina Muressan

El título, a priori extraño tratándose de la capital, remite al conocido sistema de canalización y distribución de las aguas que abastecen a sus habitantes; quiere recordar Muressan el tiempo en que hubo caminos de agua que tuvieron que ver con la vida y la prosperidad de quienes poblaron Madrid desde la antigüedad. Interesa a esta autora la intrahistoria de edificios corrientes y monumentos, los diálogos entre las construcciones emblemáticas y los ríos y parques (como dos caras de una ciudad que se relacionan haciéndose imprescindibles entre sí), y ha querido esquivar retratar de modo más o menos fidedigno lo que todos vemos para llevar a otra escala el murmullo que las calles le sugieren, el ecosistema diverso más allá del rutinario (y ruidoso) que nos distrae.

En esta memoria visual de la urbe plasmada en panorámicas de síntesis, juegan un rol importante los cambios y el paso del tiempo: lo pasado y lo reciente convergen en obras que no dejan de ser, además, una invitación al paseo, y a que el espectador haga suya cada ruta, a que busque las conexiones humanas que allí se dieron. Y en estas imágenes, también en las mexicanas, es posible detectar el deseo de la artista por formar parte de esos lugares que habita, una necesidad de integrarse en su paisaje, en el que suele encontrar exuberancia y caos, pero también la poesía de lo doméstico.

Alina Muressan. Retiro, 2024
Alina Muressan. Retiro, 2024
Alina Muressan. Centro, 2024
Alina Muressan. Centro, 2024
Alina Muressan. Carabanchel, 2024
Alina Muressan. Carabanchel, 2024

 

Alina Muressan.

“El viaje del agua”

ESPACIO MADOS

C/ Conde de Xiquena, 12. 1 Izquierda

Madrid

Del 27 de enero al 8 de febrero de 2025

 

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