Tras la gran retrospectiva que en 2019 brindó a Gio Ponti, el MAXXI romano vuelve a dedicar una gran antología a otro imprescindible de la arquitectura italiana: Aldo Rossi, cuyo archivo forma parte de la sección del centro llamada Colección MAXXI Architettura, que dirige Margherita Guccione.
Primer italiano ganador del Pritzker, en 1990, construyó en poco más de una década una carrera internacional que en su país le valió el sobrenombre de Archistar global (artista, intelectual y constructor), un rol que trataron de alcanzar después un buen número de arquitectos.
Uno de los esfuerzos constantes de Rossi en su producción fue ofrecer una lectura propia de la ciudad, del medio urbano, atendiendo a su pasado y su presente, a sus partes más visibles y a las profundas, desde la escala hasta el diseño, como podemos apreciar en las fantasías constructivas que desplegó en sus dibujos, en los que objetos cotidianos de gran tamaño y formas arquitectónicas reconstruyen escenarios urbanos. Como otros arquitectos de su generación (Rossi nació en Milán recién iniciada la década de los treinta), se convirtió en intérprete, en las décadas posteriores a la II Guerra Mundial, de la necesidad de alcanzar una reconstrucción cultural, de ecos internacionales y no solo italianos; sus influencias transitaron de Adolf Loos a Giorgio de Chirico.
El nuevo repaso a sus edificios al que nos convoca el MAXXI llega cuando han pasado más de dos décadas de su muerte, y también desde su última monográfica en su ciudad natal, y reúne materiales llegados de archivos y colecciones de todo el mundo (Deutsches Architekturmuseum de Frankfurt, Bonnefanten Museum de Maastricht…), aunque la mayoría proceden del propio museo romano y de la Fundación del autor. Recopila rasgos básicos de la arquitectura italiana de la segunda mitad del siglo pasado, pese a que la disciplina entonces, y la figura de Rossi es ejemplo de ello, evolucionó con gran rapidez.
“Aldo Rossi. The architect and the cities”, que puede contemplarse hasta octubre, consta de dibujos, maquetas, documentos y fotografías, comenzando por los que seguramente contribuyeron a la formación del arquitecto, pasando por los vinculados a sus proyectos en el Milán de posguerra y alcanzando las imágenes fundamentales de Enrico Peressutti. Incide el itinerario en la complejidad de su trabajo, en los múltiples intereses que se superpusieron en su obra y lo extensísimo de sus relaciones con otros arquitectos e intelectuales de su tiempo; abogó por prestar atención al entorno urbano y cultural y a los precedentes arquitectónicos y relativos al diseño, más que por inventar nuevas tipologías.
En último término, ahonda la exposición en la evolución de la personalidad artística de Rossi, entre la obsesión con formalidades recurrentes y la curiosidad por una sociedad en ebullición, y constituyen su epílogo apartados dedicados a dos de sus proyectos esenciales: el Teatro del Mundo de Venecia y el Cementerio de Módena, de los que se han reunido materiales originales e imágenes de Antonio Martinelli, Luigi Ghirri y Stefano Topuntoli. También cobran protagonismo en el itinerario la noción de Città Analoga, sin tiempo ni lugar, con la que subrayó el milanés la importancia de la memoria colectiva en el proceso de diseño de una ciudad; dos teatros italianos fundamentales a su cargo: el Carlo Felice de Génova y la reconstrucción de La Fenice de Venecia; sus proyectos para la Piazza di Fontivegge en Perugia y el Gallaratese; el Museo de Maastricht, el más emblemático entre los realizados por Rossi; el colorido complejo de la Schützenstrasse de Berlín, provocadora crítica al gris dominante en la capital alemana o la sede de Disney en Orlando, en la que las referencias históricas a una ciudad italiana se conjugan con la verticalidad propia de las urbes estadounidenses.
Atención a las vitrinas: encontraremos en ellas los célebres cuadernos azules (Quaderni azzurri), una suerte de diarios con reflexiones, notas, recuerdos y dibujos de los que se tomaron las citas que acompañan el conjunto de la exposición. No faltan, por último, referencias a la librería Piroscafo, diseñada hace treinta años por Rossi junto a su amigo Luca Meda para Molteni & C; sillas Parigi de fines de los ochenta y una videogalería con entrevistas, intervenciones en congresos y documentos referidos a su carrera en los años ochenta y noventa.
“Aldo Rossi. The architect and the cities”
MAXXI. MUSEO NAZIONALE DELLE ARTI DEL XXI SECOLO
Vía Guido Reni, 4a
Roma
Del 10 de marzo al 17 de octubre de 2021
