Sector Primario
DESDE EL 16/05/2015 HASTA EL 10/01/2016
MUSAC, MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE CASTILLA Y LEÓN
LEÓN
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La parte del trabajo y la producción económica conocida como sector primario está formada por las actividades relacionadas con la transformación de los recursos naturales en productos primarios escasamente elaborados que suelen ser la materia prima del sector secundario. Este sector ha sido muy importante en Castilla y León y tradicionalmente aquí se han desarrollado la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la apicultura, la acuicultura, la caza y la minería. Unido a ello, la Comunidad cuenta con una importante red hidrográfica y de reservas naturales, alberga gran cantidad de lagos, lagunas y, especialmente, embalses y la configuración geológica ha permitido distintos afloramientos de agua minero-medicinal y/o termal. Los Montes de Valsaín y la Sierra de Francia en el Sistema Central, los valles de Laciana, Omaña y Luna y los Picos de Europa y los Ancares en la Cordillera Cantábrica han sido declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO y, además, Castilla y León está fuertemente relacionada con dos de los registros del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO como son los Decreta de las Cortes de León de 1188 y el Tratado de Tordesillas de 1494.
Esta breve descripción ilustra la tradicional estrecha vinculación con el sector primario que se está perdiendo por la emigración rural, especialmente tras la Guerra Civil. Durante las décadas de los setenta y los ochenta, los grandes núcleos urbanos y las capitales de provincia sufrieron un leve aumento demográfico debido a un claro proceso de urbanización, pero en general la zona castellano y leonesa, y en especial el mundo rural, continúa sufriendo una grave despoblación y el abandono del sector primario. Por todas estas razones, MUSAC organiza una exposición colectiva que pretende atender a la importancia y presencia del paisaje, la actividad agrícola y ganadera, la caza, la minería, etc. en esta Comunidad a través del trabajo de algunos artistas contemporáneos. Por una parte, se “documenta” el cambio de paradigma económico que hace “inviables” algunas áreas del sector primario, pero por otra se pone en valor alguna de esas actividades porque tienen precisamente un valor innegable y primordial.
Esta exposición y el conjunto de actividades que la acompañan y completan ponen en valor desde el arte y la cultura, pero también desde la economía y la sociedad, el trabajo situado en lo rural, el equilibrio territorial y la importancia económica, cultural y humana de todas las actividades del sector primario.
Antje Schiffers (Heiligendorf, Alemania, 1967) ha desarrollado a lo largo de su trayectoria un cuerpo de trabajo y una línea de investigaciones muy coherentes y relacionadas con diferentes aspectos del espacio rural y de las economías “tradicionales” como lugares de producción cultural. Schiffers pone el acento en el contacto, intercambio, diálogo y negociación cultural que permite un foco más grande a la hora de considerar la oportunidad y actualidad de las periferias económicas y/o culturales. Para ello, la artista ha producido este mismo año en Jabares de los Oteros, junto a la familia Blanco, una nueva película dentro de su serie comenzada en 2007 Ich bin gerne Bauer und möchte es auch gerne bleiben, y una enorme instalación con balas de paja con las que construye un espacio de encuentro y presentaciones o auditorio llamado International Schnaps Bar, cuyo letrero ha producido la artista en colaboración con la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de León, basándose en las vidrieras que tanta huella han dejado en la ciudad desde su implantación en la Catedral de León. En su nueva producción también atiende a la industria azucarera, que fue determinante en la economía leonesa.
El trabajo de Asunción Molinos Gordo (Aranda de Duero, Burgos, 1979) se centra en las implicaciones sociales, políticas, económicas y culturales de la agricultura y la alimentación, explorando el ámbito de lo rural y las condiciones de vida del campesinado a través del imaginario popular, el territorio y el paisaje. Sin nostalgias, sus propuestas analizan los cambios estructurales que está sufriendo el campo con las regulaciones promovidas por la CEE y alentadas por las grandes compañías alimentarias. En 2010 desarrolló en Omán su proyecto WAM (Museo Agrícola Mundial) que se presenta en septiembre en varias dependencias de la Fundación Sierra Pambley de León. Se trata de una instalación que reproduce la atmósfera y el lenguaje visual del antiguo Museo de Agricultura de El Cairo, pero con discursos contemporáneos en torno a la ingeniería genética de alimentos, la propiedad intelectual sobre semillas y la controversia de términos como “seguridad alimentaria”. Además, para la exposición en MUSAC también ha producido Curriculum Vitae et Studiorum, una obra que se sirve del lenguaje grandilocuente del mundo académico para describir el quehacer cultural e intelectual de los campesinos.
El fotógrafo leonés Álvaro Laiz (León, 1981) ha realizado reportajes y proyectos artísticos centrados en algunas realidades poco visibles tanto en los medios de comunicación como en las exposiciones convencionales. Su trabajo se ha desarrollado fundamentalmente en África, Asia y Sudamérica, colaborando con diversas fundaciones y ONGs, para ofrecernos imágenes sobre la realidad de las personas que han vivido el horror de conflictos y guerras como las de Uganda, los indios Warao en el Orinoco, las personas transexuales en Mongolia o los cazadores de las Taiga en el extremo oriente ruso. Para esta exposición, Laiz ha producido Fósil, una serie fotográfica que analiza, documenta y muestra la evolución de la minería en las cuencas leonesas. Desde finales del siglo XIX, la minería ha sido algo más que un sustento en la provincia, siendo el carbón el germen de una cultura y una forma de vida alrededor de la cual poblaciones enteras han crecido y prosperado, y hoy las cuencas se enfrentan a su propia desaparición.
La exploración, el conocimiento, la autosuficiencia y la supervivencia, la colaboración y los procesos de investigación, la ciencia y la ficción o la celebración son temas importantes en el trabajo de Alfonso Borragán (Santander, 1983), que se despliega por múltiples focos de interés: desde la ingesta de luz o meteoritos, las experiencias rituales colectivas y las diversas técnicas experimentales para captar la luz y fijarla en imágenes, hasta diversas investigaciones sobre la historia, los trabajos, los juegos y las actividades vinculadas al agua de los ríos y los pantanos. Este último tipo de trabajos es el que orienta el proyecto No Man’s Land, en el que investiga el poso cultural y experiencial derivado de la constante presencia del agua en un lugar, en este caso la provincia de León. Toda la historia y la mitología asociada a los ríos y los pantanos es capaz de generar una red de significados culturales que atraviesa tanto lo científico como lo vernacular, y que el artista aprovecha para mostrar las experiencias asociadas al agua en sus múltiples manifestaciones.
Paco Algaba (Madrid, 1968) hace unas producciones que podemos calificar en general como textos poéticos, fílmicos y audiovisuales de carácter experimental, porque no se ciñen a la convención narrativa habitual. Los encuadres son elaborados de forma paciente y meticulosa y, una vez establecidos, se mantienen durante varios minutos, de modo que allí donde parece que nada pasa acaba sucediendo algún pequeño acontecimiento como sutiles cambios de luz o movimientos del aire. El artista parte de este tipo de imagen casi siempre sin diálogos y sin la aportación extradiegética de la convención musical, para encararse con el paisaje hasta explorar con lentitud su densidad, su historia o su conformación. En esta exposición Algaba presenta Europa solar: una recopilación de paisajes de inercia post-histórica de las diferentes tierras de toda Europa en su destino indefectible de territorio en grado cero, que reconsidera la escala de la humanidad, sus procesos históricos y la alteridad.
Javier Riera (Avilés, Asturias, 1964) entronca con la tradición del paisaje romántico y explora las posibilidades del arte como forma de acercamiento al entorno natural, a lo sublime que emerge en las montañas o a las geometrías que organizan el orden interno de la naturaleza. Esta referencia doble —concreta referida al paisaje, y más abstracta derivada de la geometría como principio organizador— atiende al interés por ubicar en el mundo y en el universo al ser humano y sus conexiones con lo natural y lo sobrenatural. En Sector primario Riera presenta una serie de fotografías realizadas proyectando figuras geométricas en algunos montes de la provincia y una serie de animaciones de ciervos proyectadas en la pared que nos recuerdan la conexión anímica y animista de la humanidad con su entorno natural característica de las pinturas rupestres. También empleando la luz como vehículo para captar las impresiones, animales salvajes y elementos naturales acaban impresos por contacto en grandes hojas de cianotipias agrupadas en enormes libros en los que bucear casi físicamente por el monte y sus habitantes.
(Nota de prensa proporcionada por el MUSAC)