Arturo Álvarez. Contradicións

DESDE EL 14/05/2015 HASTA EL 11/09/2015

GALERÍA adhoc

Vigo

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Arturo Álvarez (La Estrada, Pontevedra, 1964) desarrolla en su trabajo un estilo propio y reconocible, de fuerte personalidad.

La exposición que presenta en galería adhoc, tiene como hilo conductor al ser humano actual  con sus múltiples y complejas relaciones con el otro, con su entorno y las contradicciones que se generan. El hombre moderno, enmarañado en los hilos de las nuevas tecnologías y sus avances vertiginosos, se enfrenta y busca nuevas maneras de relación. La comunicación con el otro siempre ha sido difícil. El origen de muchos conflictos en la historia humana han estado marcados por una falta de entendimiento o comunicación. “Encontros” y la “pieza sin título” son expresión de estos estados anímicos dispares. Sin embargo, la luz interior que ambas obras proyectan invita a la esperanza. “Conversas” recupera la fe en las personas de una forma más rotunda y directa. Hay luz al final del camino, siempre que haya otro dispuesto a escuchar.

La exposición mostrará una obra única, creada ex profeso, y piezas de sus series Encontros y Conversas.

Encontros es un conjunto de figuras antropomórficas esbeltas e imponentes. Nos miran, se miran —desde alturas formidables o más cercanas—, probablemente desde un lugar lejano, que el observador intenta comprender. La luz interior que proyectan hacia afuera es la expresión sutil de la fuerza del ser humano, de su energía vital y potencialidad. Son familias de individuos que intentan un diálogo entre sí, desde la perspectiva y la singularidad de cada uno,  con sus luces y sus sombras. Las muchas redes, que envuelven las piezas,  construidas  por la sociedad actual, no siempre facilitan la comunicación.  Estos cuerpos etéreos parecen estar en movimiento, vistos en grupo, generan una comunicación entre ellos, que por  momentos parece trascender lo humano.

Conversas es una colección de rostros, sin tapar, al aire, con todas sus bellezas y miserias a la vista, que adquieren toda su carga dramática a partir de la luz que los proyecta en la pared de forma tridimensional. En el momento que las luces se mueven el grupo establece entre sí un diálogo mudo, inquietante, que  nos obliga a pensar  en el ser humano, las  interrelaciones personales  y en las vicisitudes de la comunicación con el otro.

La pieza sin título es una escultura de luz  suspendida, realizada a partir de bolas de hilo de acero, embrollado en sí mismo. A partir de un material a priori frío y anodino se llega a un elemento orgánico, transparente y etéreo, por el que se filtra la luz. Los elementos que forman la estructura son expresión de la dualidad del universo y la naturaleza: el caos frente a un orden y armonía internos, las sombras y las luces, lo orgánico material y lo más trascendental e inmaterial. Las esferas de base son interdependientes, su particular relación da forma a una única estructura. Se van entretejiendo entre ellas, relacionándose y conformando un macro organismo que le da sentido al conjunto.  La  luz se impone, escapa en todas direcciones, aunque tamizada por los muchos filtros de la vida.

(Nota de prensa proporcionada por la Galería Adhoc)