Adrián Esparza se estrena en España

Adrián Esparza nació en 1970 en El Paso (allí vive y trabaja), se ha licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Texas y desembarca el próximo 26 de marzo en nuestro país, de la mano de la Galería Max Estrella, mientras expone también en la Whitechapel Art Gallery de Londres sus “Adventures of the Black Square”.

Es autor de obras textiles elaboradas a partir de mantas mexicanas deshiladas, llamadas sarapes, cuyos hilos crean dibujos en la pared de formas complejas y colores variados. Sus referencias son variadas: desde el Minimalismo, en cuanto reducción de la expresión visual a sus elementos esenciales, insistencia en la simplicidad y la geometría; hasta la tradición paisajística del arte occidental, por la brillantez de las tonalidades de los hilos que utiliza configurando formas irregulares que parecen extenderse a lo largo de un horizonte imaginario.

Esparza busca la deconstrucción de los elementos esenciales de la pintura a la vez que se sirve de elementos alusivos a su propia procedencia mexicano-estadounidense para romper estereotipos de la cultura mexicana; parte de ellos para desafiarlos. En otras ocasiones se ha servido de camisetas o carteles que ha reconstruido y reconfigurado en patrones geométricos para echar por tierra así su función original.

Otra de sus influencias evidentes son los planos arquitectónicos correspondientes a edificios de mediados del siglo pasado: fascinan a este artista sus espacios vacíos y limpios, de corte futurista, y el idealismo geométrico, y las líneas de sus hilos remiten a elementos arquitectónicos (en general, más allá de construcciones o autores concretos) por sus volúmenes y sus formas y por, a partir de la perspectiva, generar espacios de carácter ilusorio.

Los trabajos más recientes de Esparza vienen marcados por un acabado aún más arquitectónico que sus proyectos anteriores al implicar el uso de estructuras de madera para ser construidos y al contar con una escala mayor. En lugar de evocar el paisaje occidental de sus obras pasadas, recuerdan a escenas futuristas urbanas y se inspiran en postales que el artista ha coleccionado durante sus viajes y en imágenes de edificios modernistas de todo el mundo encontradas en Internet. Él compara estas prácticas con la experiencia actual de la inmigración y la globalización, que supone que tanto los fracasos como los éxitos pueden ser experimentados por un amplísimo público en espacios reales y virtuales.