Adolf Mas: así cambió Barcelona hace un siglo

KBr Fundación MAPFRE recorre su trayectoria

Barcelona,

Dos centenares de fotografías y material documental componen “Adolf Mas. Los ojos de Barcelona”, muestra que el centro KBr Fundación MAPFRE dedica a este autor catalán, referente en el ámbito de la imagen documental, testigo y cámara de las transformaciones urbanísticas en esa ciudad en los inicios del siglo pasado.

Mas había nacido en Solsona en 1860 y allí trabajaría como procurador, se trasladó a la capital catalana antes de su treintena y, tras frecuentar Els Quatre Gats y entablar relación con los intelectuales que acudían al local, especialmente con Ramón Casas, comenzó a formarse como fotógrafo y en 1901 abrió un establecimiento de venta de material para sus colegas de profesión, una tienda que después se convertiría en el Estudio de Fotografía A. Mas, antecedente del Archivo Mas. A Casas, por cierto, lo retrató varias veces, y también dio cuenta de su taller, del de Josep Llimona, del de los Masriera o el de Gaudí en la Sagrada Familia.

Adolf Mas. Ramón Casas pintando a Júlia y a Flora Peraire en presencia de Adolf Mas Estudio de Fotografía A. Mas, 1912 © Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic
Adolf Mas. Ramón Casas pintando a Júlia y a Flora Peraire en presencia de Adolf Mas. Estudio de Fotografía A. Mas, 1912 © Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic

Lo contrataron para fotografiar sus construcciones arquitectos como Puig i Cadafalch, suya es una de las series más representativas dedicadas a la Sagrada Familia y también se consolidó Mas como relevante reportero gráfico, dando cuenta de acontecimientos sociales y culturales y de las nuevas infraestructuras y proyectos asistenciales, como la Casa Provincial de Maternidad y Expósitos en el distrito de Les Corts, que brotaron en Barcelona en aquella época; realizó, igualmente, retratos por encargo de figuras culturales para varias publicaciones, trabajos estos no especializados, poco convencionales y cercanos a los propósitos de los círculos artísticos de entonces, con fuertes contrastes lumínicos sin caer por ello en el pictorialismo. Tratando de generar cercanía hacia sus modelos, a veces aproximaba sus caras exageradamente a la cámara.

Desde 1910, el eje de su producción sería el registro del patrimonio artístico y documental, sobre todo a partir de que, en 1915, se le encargara dar cuerpo a un repertorio iconográfico de nuestro país, labor que le llevó cerca de treinta años y que daría fruto en un amplio archivo abierto a la consulta pública que, a la muerte de este autor en 1936, constaba de unos 100.000 negativos. Las intenciones primeras del conjunto eran comerciales, pero devinieron con el tiempo sobre todo documentales y divulgativas.

Adolf Mas. Adolf Mas. Ramón Casas pintando a Júlia y a Flora Peraire en presencia de Adolf Mas Estudio de Fotografía A. Mas, 1912 © Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic
Adolf Mas. Ramón Casas pintando a Júlia y a Flora Peraire en presencia de Adolf Mas. Estudio de Fotografía A. Mas, 1912 © Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic

Como subraya Carmen Perrota, comisaria de esta exhibición, encontramos en sus imágenes el reflejo de las transformaciones de Barcelona en los inicios del siglo XX desde enfoques diversos: el sociocultural, el artístico, el político y el urbanístico. Hasta ahora su legado había formado parte de exposiciones de temáticas variadas, dentro y fuera de España, pero no había sido objeto de una monográfica que, como esta, explorara su labor como fotógrafo y también como gestor de uno de los archivos visuales más relevantes de nuestro país, que en 1941 sería adquirido por Teresa Amatller y hoy forma parte de los fondos del Institut Amatller d’Art Hispànic. Deja patente este proyecto que no es correcto pensar en Mas, por tanto, solo como autor tras el objetivo, pues a él se le debe un sistema de catalogación inaudito hasta entonces en el sector de la producción fotográfica.

Entre los episodios fundamentales de la historia urbanística de la capital catalana que documentó se encuentra la construcción, en 1908, de la futura Vía Layetana, ya prevista en el Plan Cerdà, que implicaría la destrucción de una zona de alta densidad residencial en el casco antiguo para mejorar su salubridad por la vía de las calles anchas y los espacios verdes. El Ayuntamiento, a petición de la unión de artistas de la Ciudad Condal, abrió un concurso para documentar la memoria de aquel área a derribar y concurrieron al certamen 38 series, compuestas por dibujos y fotografías.

El de Solsona fue uno de los autores más galardonados y, en sus imágenes, que pueden evocar las que Eugène Atget llevó a cabo en el Viejo París, distinguimos a personas que humanizan las vistas arquitectónicas: pretendía en estos trabajos, de algún modo, dignificar la historia de aquellos edificios y de quienes los habitaron antes de su desaparición.

Adolf Mas. Vista de la Puerta del Ángel, 1902. © Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic
Adolf Mas. Vista de la Puerta del Ángel, 1902. © Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic

En su acervo contemplamos, en cualquier caso, desde las barracas del extrarradio a las mansiones del ensanche, de los lujosos cafés del centro de la ciudad donde disfrutaba la burguesía a las chabolas de la Barceloneta: esas estampas y las de las casas Lleó i Morera y Batlló en el Paseo de Gracia, Dupont en el barrio de San Gervasio, Tomàs Santos de Lamadrid en la avenida Diagonal o Llorach en la calle Muntaner constituyen el núcleo de esta muestra, que se completa con piezas generadas en torno a su establecimiento fotográfico a cargo de Ramon Casas, Alexandre de Riquer o Eusebi Arnau; reproducciones de positivos de proyección de sus conferencias y retratos propios y de sus familiares.

Adolf Mas. Barcelona de noche (Paseo de Gracia) Arxiu Mas, 1917 © Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic
Adolf Mas. Barcelona de noche (Paseo de Gracia). Arxiu Mas, 1917 © Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic

En cuanto a los ejecutados por encargo, merece la pena incidir en los dedicados a gentes del espectáculo: en 1914 y 1915 brindó reportajes a la bailarina Tórtola Valencia y la soprano María Barrientos, series estas que destacan por su ejecución técnica y por la captación del carisma de ambas, resaltado por un cromatismo impactante y de aires exóticos. En KBr veremos a Valencia danzando su pieza La serpiente, en una imagen en la que la aplicación del color resulta tan meticulosa que alcanza detalles como los anillos de los dedos de los pies; a la compositora, escritora y dibujante Paulina Bianer, en un retrato que se publicó en Feminal y en el que Mas jugó con luces y desenfoques; o Un salto mortal, imagen correspondiente a la asamblea y las fiestas de la Federación Gimnástica Española de 1900, cita que reunió a a la élite política del momento y a miles de asistentes en torno a la gimnasia.

Adolf Mas. Los "Xiquets de Valls" Adolf Mas, 29 de junio de 1907 © Fundació Institut Amatller d'Art Hispànic
Adolf Mas. Los Xiquets de Valls. 29 de junio de 1907 © Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic
Adolf Mas. Tórtola Valencia. Danza "La bayadera", 1914. © MAE-Institut del Teatre
Adolf Mas. Tórtola Valencia. Danza “La bayadera”, 1914. © MAE-Institut del Teatre

 

 

“Adolf Mas. Los ojos de Barcelona”

KBr. FUNDACIÓN MAPFRE

Avenida Litoral, 30

Barcelona

Del 18 de febrero al 8 de mayo de 2022

 

Comentarios