Abstracción pictórica 1949-1969

El Guggenheim Bilbao estudia las corrientes dominantes en la pintura europea y estadounidense de mediados del siglo XX

Del 14 de junio de 2011 al 8 de enero de 2012, en el Museo Guggenheim Bilbao

Comisarias: Tracey Bashkoff, Curator de Colecciones y Exposiciones, y Megan Fontanella, Curator Adjunta de Colecciones y Orígenes de la Colección, Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York

Obras: cerca de ochenta

Aproximadamente ochenta obras procedentes de las colecciones de tres museos Guggenheim, los de Nueva York, Venecia y Bilbao, componen “Abstracción pictórica, 1949-1969: Selecciones de las Colecciones Guggenheim“, muestra que analiza las similitudes de las prácticas artísticas desarrolladas en esas décadas de los cincuenta y los sesenta por sesenta destacados artistas europeos y estadounidenses.

Como reacción a la búsqueda de la utopía y la experimentación propia del arte inmediatamente anterior, el arte desarrollado en Europa y Norteamérica respondió al caos causado en esos continentes por la II Guerra Mundial desde la síntesis y la hibridación o el gesto.

Tanto el Informalismo (que adquirió gran relevancia entonces en Europa) como el Expresionismo abstracto americano concedieron gran importancia al proceso de creación artística y sus fundamentos y trataron de ahondar, al mismo tiempo, en las emociones y el inconsciente.

Frente a los principios del humanismo clásico imperantes anteriormente, el Arte Informal abogaba por la total libertad artística frente a la armonía tonal, el equilibrio y la composición integral. En sus diversas manifestaciones, dio lugar a la Pintura Gestual, la Abstracción Lírica, el Arte Matérico y el Tachismo.

Mientras, el Expresionismo abstracto basó su expresividad en el gesto, combinando forma y emoción para expresar el psiquismo del creador evitando elementos externos. Pollock y sus seguidores fusionaron la subjetividad expresionista con la técnica de la escritura automática propia del Surrealismo.

    

En una etapa en la que tanto España como los países del Este de Europa estaban sometidos a regímenes dictatoriales, el arte se convirtió en un instrumento de liberación, tanto personal como política; e incluso en los países que mantenían sus democracias, como Francia, creadores como Dubuffet trataban de oponer su estética a la cultura oficial, en su caso a través del Art Brut, que inspiraría posteriormente vías alternativas a la abstracción.

Por su parte, el grupo CoBrA (formado por artistas daneses, belgas y holandeses) combinó vivo cromatismo y líneas expresivas en obras que combinaban realismo y primitivismo.

Pero hubo tras tendencias: en Europa, Fontana, Klein y Manzoni optaron por las superficies monocromas puras para aportar a sus trabajos mayor objetividad; los artistas ligados al Grupo Zero y al Arte Óptico se centraron en las transformaciones ópticas y en la desmaterialización más que en el objeto artístico y, en Estados Unidos, los llamados pintores de Campos de Color trabajaron en contra del núcleo del Expresionismo Abstracto unificando tema y fondo en superficies pictóricas planas.

La exposición se completa con diversos espacios didácticos diseñados para acercar al visitante una selección de hitos políticos, sociales, literarios, musicales y cinematográficos que tuvieron lugar en América y Europa durante las décadas de los años cincuenta y sesenta. Música, textos, imágenes y audiovisuales de las televisiones públicas nos trasladarán a un pasado reciente.