Martin Kippenberger. Einer von Euch, Unter Euch, Mit Euch, 1977
Hamburger Bahnhof rastrea la personalidad pública y privada del artista alemán
“Martin Kippenberger. Very good”
Invalidenstrasse 50-51
Tiergarten
Berlín
Del 23 de febrero al 18 de agosto de 2013
De martes a viernes, de 10:00 a 18:00 horas
Jueves, de 10:00 a 22:00 horas
Sábados y domingos, de 11:00 a 18:00 horas
En 2013 Martin Kippenberger habría celebrado su 60 cumpleaños si no hubiera muerto prematuramente en 1997, como plantea Hamburger Bahnhof, por un “exceso de vida”. El centro exhibe ahora, en diversas dependencias de su sede, obras del artista en las que se hace evidente como vida y arte fueron en él indisociables: Kippenberger fue pintor, actor, escritor, músico, y también viajero, bailarín, enfant terrible y hombre encantador que asumió la producción de sus propios trabajos. El mismo se definió como exhibicionista y su obra fue uno de los campos esenciales donde se mostró a sí mismo y esa penetración de su personalidad en sus trabajos, en variados formatos, es uno de los ejes de estudio de la exhibición “Very good”, que hasta agosto le dedica Hamburger Bahnhof y que no pretende ser una retrospectiva sino una aproximación a la faceta privada y a la cara pública del creador, estrechamente relacionadas.
Aunque sólo residió durante tres años en el Berlín Occidental, entre 1978 y 1981, fue allí donde desarrolló los temas más importantes de su cosmos artístico. Afirmó que la ciudad necesitaba una mano de pintura y durante un tiempo fue copropietario del club punk SO36, también músico y actor, y diseñó una pasarela como antesala al estudio de Claudia Skoda en Kreuzberg compuesta por un collage de 1300 fotografías de moda. Este collage podrá verse en la muestra de Hamburger Bahnhof, en el Ala Este.
Martin Kippenberger. Paris Bar, 1993
También podremos ver la serie de pinturas al óleo Uno di voi, sin tedesco en Firenze (1976-1977); Lieber Maler, Male mir (1981), compuesta por imágenes de gran formato semejantes a póster fílmicos, y la instalación que bautizó como “White paintings” (1991), que rara vez se ha expuesto hasta ahora y que se compone de once lienzos blancos incrustados en la pared, con la que parecen fundirse.
La muestra quiere mostrar también el lado vulnerable de Kippenberger, retratándolo como un ser humano que se refugia en el arte para combatir la enfermedad. Llegó a retratarse a sí mismo como a uno de los náufragos de Géricault, hinchado, viejo y exhausto, y su propio estado pudo llegar a obsesionarle: los autorretratos fueron una parte esencial de su producción y de su vida. No obstante, frente a los autorretratos de aire más trágico, muchos dejan entrever cómo quería el artista ser recordado: como un hombre divertido.
La Colección Cranford sale por primera vez del Reino Unido. Madrid, 08/02/2013
Germano y rompedor. Londres, 18/11/2011
El intervalo luminoso. Bilbao, 11/04/2011
Kippenberger miró a Picasso. Málaga, hasta el 29/05/2011
Kelley y Kippenberger vuelven a la Galería Juana de Aizpuru. Madrid, 30/06/2010
El problema de la perspectiva. Los Ángeles, 22/09/08
Inédito e íntimo. Madrid, hasta el 10/01/05