“Ya nada me va a perturbar”: digitalizados, al completo, los escritos de Max Beckmann

Si uno contempla todo esto —toda la guerra o incluso toda la vida— como una sola escena en el escenario de la “infinitud”, entonces las cosas se vuelven mucho más llevaderas.

Son palabras de Max Beckmann el 12 de septiembre de 1940, sumido en la guerra que dejaría impronta trágica en la mayor parte de su trabajo (también participó en la I Guerra Mundial, más buscando aventura que desde el compromiso). Esa negrura no la trasladó del todo al conjunto de su producción, porque también era un autor enamorado de la ironía que en sus pinturas dio cabida a la sensualidad, el erotismo, las pasiones altas y bajas y un vitalismo enigmático.

Trabajó mucho, pero lentamente, de ahí que su legado sea relativamente escaso; formuló alegorías diversas sobre la condición humana y el exilio y dio testimonio de sucesos terribles ocurridos entre esas dos guerras mundiales, y también después, y de la microhistoria urbana de aquellos años. Pocos artistas de su tiempo pudieron penetrar con la profundidad con la que él lo hizo en el clima europeo de entonces; puede que por no encontrar con quién compartir sus preocupaciones más íntimas, o por su elevado individualismo y su odio de lo sectario, esquivara las etiquetas y la participación en movimientos de vanguardia, aunque hoy lo consideremos influido por el expresionismo en sus inicios y pionero de la Nueva Objetividad después.

Como pintor no necesita demasiadas presentaciones, como diarista sí estaba Beckmann a la espera de ser descubierto hasta ahora. Astuto, ingenioso y conciso, observó y comentó su época y su obra y, desde el mes pasado, sus escritos completos están disponibles al público por primera vez en formato digital, en el portal www.beckmann-tagebuecher.de. Los usuarios podrán encontrar aquí una imagen de cada entrada manuscrita, junto con su transcripción y anotaciones.

Bajo la dirección de Oliver Kase, esta digitalización ha sido llevada a cabo en el Archivo Max Beckmann de la Colección Estatal de Bellas Artes de Baviera por Nina Peter y Christiane Zeiller, a partir de 2020. Contiene entradas de los años 1903-1904, 1908-1909, 1912-1913 y del período comprendido entre 1940 y 1950 que aportan perspectivas inéditas sobre la vida y obra del alemán: revelan su profundo interés por la política internacional, su extensa red de contactos, su perspicacia para los negocios y su pasión por el cine y la literatura.

Se ha identificado, además, a muchas de las personas mencionadas en los diarios, incluyendo a contemporáneos célebres como Heinrich George y Jacques Lipchitz. También se han podido rastrear la mayoría de los libros que leyó y las películas que vio, y las notas sobre la venta y el precio de sus composiciones aportan información valiosa sobre la situación económica del pintor, el mercado del arte y la procedencia de sus lienzos, que padeció por no poder vender en el periodo nazi. Por añadidura, se han analizado numerosos dibujos intercalados en los diarios.

Sólo una pega: por el momento los textos sólo se encuentran disponibles en alemán.

Max Beckmann
Max Beckmann

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