Stupid Borders
Del 10 de octubre al 27 de diciembre de 2015, en la APGallery
Generar un espacio y habitarlo o, dicho en clave un poco más artística, intervenir el paisaje y relacionarse con él. Este es uno de los ejes del trabajo de Rubén Martín de Lucas y lo es, desde luego, en “Stupid Borders”, la exposición que acaba de presentar en la APgallery. Se trata de una muestra ad hoc para el espacio de esta sala segoviana, en la que cualquier planteamiento vinculado a la idea de paisaje cobra especial significado.
Rubén Martín de Lucas, miembro del colectivo Boa Mistura, afronta en este trabajo una reflexión sobre la relación entre personas y territorio, al tiempo que cuestiona y critica el arraigado sentimiento de propiedad que tenemos sobre los lugares en los que vivimos y plantea lo absurdo de muchos de los límites físicos (que a veces también son mentales) impuestos por la humanidad.
El cuerpo principal de “Stupid Borders”, son tres acciones recogidas bajo el título Repúblicas Mínimas. Todas responden a una misma secuencia realizada por el artista que consistía en apropiarse de 100m², dibujar una frontera y habitar ese lugar, convertido en un microestado efímero, durante un periodo de tiempo no superior a veinticuatro horas. Aunque lo que encontramos en los diferentes espacios de la APgallery son las fotografías y los vídeos cenitales, tomados con un dron, que plasman o narran las intervenciones de Martín de Lucas, él nos aclara que la verdadera obra es el acto en sí, eso es lo esencial, los momentos vividos en cada una de esas repúblicas con tiempo limitado.
La República #1 es un círculo de 5,64 m de radio dibujado con yeso en una tierra en barbecho, habitado durante 24 horas mediante una silla de playa, una nevera y una tienda de campaña. La República #2 es un triángulo equilátero de 15,19m de lado cuyo límite está construido con maderas que flotan sobre un lago que el artista habita mediante una balsa de salvamento marino. Tanto la balsa como el triángulo pueden verse ahora en el jardín de la APgallery, haciendo participar al visitante de la acción gracias a la presencia de la pieza a escala. Y La República #3, un cuadrado de 10 metros de lado inscrito dentro de un campo de centeno en el que el artista vive con una sombrilla, una tumbona, un libro y un saco de dormir.
Martín de Lucas, que viene de la pintura, rompe aquí el plano pictórico para utilizar un lenguaje que se adecúa mejor a la idea que quiere transmitir. Lo hace con sencillez y pone sobre la mesa términos a veces tan delicados como incomprensibles, cuestionándolos con sutileza y cierta ironía.
La exposición se completa con otros dos conjuntos de obras: las serigrafías recogidas bajo el título Do not enter or I shoot you, en las que alude a ese sentimiento de propiedad sobre una casa, un país o un planeta y la defensa de la propiedad mediante armas de fuego; y A plot on the Moon, en las que el artista reflexiona sobre cómo nuestra pasión por poseer un pedazo de tierra nos ha llevado a la ridícula situación de apropiarnos de la superficie de cuerpos celestes como la Luna, Venus o Marte. Para rizar el rizo del absurdo, Martín de Lucas ha adquirido unas cuantas parcelas planetarias y a quienes compran una de estas obras les regala 100m², en la superficie extraterrestre escogida.
Otro guiño del artista en su intento por generar con su obra experiencias y sentimientos, aunque en este caso sea también una crítica al exagerado sentimiento de posesión que existe en nuestra sociedad.
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