Casi un siglo después de que Gran Bretaña acogiera una muestra dedicada a las acuarelas de John Singer Sargent, una selección de obras con esta técnica del pintor estadounidense regresan a ese país. Nos las presenta la Dulwich Picture Gallery, han sido prestadas por más de treinta instituciones y coleccionistas -en el listado se encuentra el Museu de Montserrat- y entre ellas destaca The lady with the umbrella (1911), porque se exhibe por vez primera en el Reino Unido y porque nos desvela a un Sargent algo distinto, lleno de brillo.
Las cerca de ochenta piezas que forman parte de esta exhibición, en itinerancia internacional, se fechan en la que fue la etapa de mayor producción de acuarelas del artista: la transcurrida entre 1900 y 1918.
Considerado para muchos el mejor retratista entre los pintores americanos de su generación, Sargent realizó numerosísimas acuarelas durante sus viajes por Europa y Oriente Medio y en ellas fue definiendo un procedimiento propio de ver y componer. Durante décadas se minusvaloró esta faceta de su producción considerándola menor y ensayística, hoy se las concede un valor fundamental en el conjunto de su obra.
Estructurada temáticamente, esta exposición muestra paisajes, arquitecturas y escenas figurativas. Destaca en unas y otras acuarelas su tendencia a utilizar primeros planos para centrar la atención del espectador en motivos específicos; su inusual uso de la perspectiva y las posturas sorprendentes y dinámicas de sus figuras. Tampoco deja de llamarnos la atención su muy alabado tratamiento complejo de la luz.
Dejando al margen aspectos formales, sí algo transmiten con claridad estos trabajos de Sargent es su entusiasmo, probablemente hacia la vida y sin ninguna duda hacia el acto de pintar. Lo logra con la fluidez de sus pinceladas, la sensualidad de las superficies, el dominio de los tonos claros.
Comenzó a practicar el arte de la acuarela a edad temprana, mientras se desenvolvía en el óleo, y ya en su madurez, hacia 1900, cuando decidió trabajar al aire libre y explorar temas de su propio interés, recurrió a menudo a esta técnica por la libertad que proporcionaba: permitía la inmediatez, la improvisación, la preparación rápida.
Una de las obras más sugerentes de la exhibición de la Dulwich es Roma. Un estudio arquitectónico (1906-1907), en la que registró una esquina de un edificio concentrándose en el efecto de la luz del día sobre la piedra y usando tonos cálidos y fríos en contraste. Veremos también sus visiones de la vida cotidiana en Venecia, la plasmación de Sargent del lado menos glamuroso de sus canales de geometría extraña y luz misteriosa.
Era frecuente que, en sus viajes, se fijase en vistas no convencionales, optando por detalles cuidadosamente cortados en lugar de por panorámicas completas. En Bed of a Torrent (1904) transformó las rocas cubiertas de musgo y los arroyos que fluyen en un arreglo complejo, dejando a un lado normas de distancia y escala.
El epílogo de la exhibición se dedica a retratos de sus compañeros de viaje, de artistas, trabajadores o soldados, en los que, no obstante, rechaza conceder primacía a la figura humana frente al paisaje. En la obra de la que os hablábamos al principio, The lady with the umbrella (1911), desarrolló un contorsionado escorzo que reclama toda nuestra atención.
“Sargent: The Watercolours”
Gallery Road,
Londres
SE21 7AD
Del 21 de junio al 8 de octubre de 2017
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