Hace tiempo, durante un viaje por los Pirineos, Ricardo Suárez encontró sobre una roca la pintada No Nation. La fotografió y, aunque no forma parte de su actual muestra en la Galería Javier Silva de Valladolid, sí le da título y entronca con el espíritu de estas imágenes, dedicadas a gentes anónimas y lugares periféricos y casi vacíos que no suelen recibir atenciones; espacios y personas que parecen no pertenecer a ningún sitio y haber tejido únicamente redes, de empatía y de identidad, consigo mismas.
Cuenta Suárez que este proyecto, No Nation, lo fue gestando de manera muy natural e intuitiva: en años previos, sus trabajos eran más bien conceptuales y quedaban muy definidos antes de su elaboración práctica, de modo que el proceso creativo circulaba por carriles marcados. Esta vez ha querido seguir un rumbo diferente: fotografiar con más libertad y escapando de lo que le es más cercano, viajando y dejándose llevar. Los paisajes y las personas que vemos en sus fotos son los que encontró, sin búsquedas concienzudas ni preestablecidas, y esas imágenes, el documento que es fruto de su experiencia.
Con los fotografiados charló sobre la vida, sobre sus relaciones con el entorno, sus modos de estar… y tomó nota de sus respuestas, la mayoría de las veces a mano. Esas charlas llevaron a Suárez a cuestionarse su propia labor, a repensar cómo se usan hoy la cámara y las tecnologías. Por eso, porque le quedan muchas preguntas que hacer en lo personal y lo creativo, No Nation será un proyecto de largo recorrido que tiene su arranque en esta exposición en Valladolid, pero que el artista planea plasmar en un libro.
Estará dedicado a lo que queda fuera de los centros mediáticos y de los centros de nuestra mirada, a realidades plurales que, en el afán por clasificar, hemos llamado periferias aunque no estén tan lejos. Sus lugares y sus figuras quedan, en cualquier caso, fuera del marco y por eso están más abiertas (y más radicalmente) a formas de vida, de producción y de empleo del tiempo diferentes: a menudo no son Arcadias, sino terredos áridos, y no se prestan (solo) a la nostalgia, al repaso de su geología, sino también a la acción, contemporánea.
La fotografía ha sido el medio de Suárez para acercarse a lo rural y desarrollar allí su propia mirada tratando de dejar tics o prejuicios a un lado, no incidiendo en las distancias entre lo natural y lo artificial. Ha procurado, eso sí, no mostrarnos lo conocido e imaginado, sino las grietas del campo o del descampado desde la mirada curiosa y empática de un flâneur no interesado ya por la ciudad moderna.
Opina Andrés Carretero que sus imágenes se mueven a medio camino entre el documento y la ficción y suponen tanto una forma personal de conocimiento como una práctica artística que tiene mucho de social. Ha compartido Suárez con sus retratados una visión alternativa del progreso, formas de afirmación identitaria colectiva que no pasan por el terreno político, sino más bien por el sentimental y maneras de ser en el tiempo que no requieren de grandes posesiones ni ambición.
Ricardo Suárez. “No Nation”
c/ Renedo, 8
Valladolid
Del 21 de marzo al 29 de abril de 2019
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: