Hace ya tres años que os hablamos del nacimiento de Espositivo, un espacio madrileño a medio camino entre la galería de arte y el centro sociocultural situado en Malasaña. Desde entonces, ha acogido eventos, presentaciones, reuniones y exposiciones donde adquirir piezas de diseño, arte y fotografía. La creación urbana y la emergente han sido el eje de su actividad, y precisamente a cinco jóvenes artistas está dedicada su última muestra, “Raw Material”, que puede visitarse hasta el 9 de junio y que se completa con talleres impartidos por algunos de los autores participantes y por Jesús Alcaide.
Pablo Capitán del Río, Lucía C. Pino, Zuhar Iruretagoiena, Christian Lagata y Antonio R. Montesinos (este último pasó por Fichados, podéis conocerlo mejor aquí) proponen en Espositivo reflexiones personales sobre los modos de hacer arte hoy, y el objeto cotidiano es el centro de sus proyectos, previo paso por un proceso de descontextualización o resignificación que, a la vez que los personaliza convirtiéndolos en obras particulares, los introduce en la esfera artística.
Tres son las ideas básicas, en relación con la consideración del objeto ordinario como pieza artística, en torno a las que gira “Raw Material”: se subrayan, en primer lugar, las abundantes posibilidades del material precario, doméstico o encontrado, a la hora de generar representaciones o imágenes artísticas cuando se le dota de significados distintos a los originales; en segundo lugar, se hace hincapié en el hecho de que la materialidad de los objetos puede no ser una condición meramente estética, ni tampoco anecdótica, sino conformar un discurso a partir de sus cualidades estructurales, por sí misma o a partir de una mínima intervención; y, por último, la muestra subraya las posibles relaciones que la forma de las piezas reconfiguradas como artísticas puede entablar con la imagen, empleando esta como registro o como herramienta para la interacción.
Lucía C. Pino muestra en Madrid algunas de las obras que el año pasado formaron parte de su exposición “Derby Bakora” en la Galería etHall de Barcelona; se trata de ejercicios escultóricos concebidos desde el placer de experimentar, y no desde la finalidad de lograr los mejores resultados con los recursos materiales dados. Un motivo recurrente en su proyecto es la higuera del bacor, un árbol que alude al paisaje en el que tienen origen la mayoría de los objetos que exhibe: higos y restos de motos, resinas y grasa. Enlaza la naturaleza propia del Levante y el legado musulmán en su paisaje con las competiciones deportivas y la industria vinculadas al motor.
Iruretagoiena ya nos enseñó su proyecto Hebra, ni tu ni yo en BilbaoArte en 2017; a partir de elementos estructurales concebidos únicamente para hacer frente a necesidades formales, de estructuras de apoyo (piezas modulares de acero y hormigón, abrazaderas), genera imagen, crea representación. Asimismo, llama nuestra atención sobre el rol en la historia del arte de esas piezas auxiliares a través de collages de imágenes de obras clásicas.
Antonio R. Montesinos, por su parte, ha llevado a Espositivo la obra con la que obtuvo, en 2016, el Premio Estampa-Mapa 2016: la serie Reconfiguración, que forma parte de un proyecto suyo más amplio, Un ejercicio no intencional, un resultado inesperado. El autor malagueño lo llevó a cabo en dos fases: primero recolectó objetos abandonados relacionados con la construcción en zonas del Poblenou (escombros, rasillas, ladrillos…) y después los reutilizó, negando en ellos sus funciones primarias para convertirlos en objetos susceptibles de generar conocimiento tras su acumulación y yuxtaposición. El cómo y el dónde de su presentación modifica tanto su significado como nuestra mirada hacia ellos y la relación entre los objetos mismos; y el artista se convierte en una suerte de traductor en ese cambio de lenguaje, un catalizador de configuraciones nuevas que permiten, a su vez, nuevas preguntas y nuevas respuestas.
Christian Lagata trabaja actualmente en BilbaoArte en los proyectos Entrance y Exit y en Madrid ofrece un anticipo de los mismos. A partir de las tesis desarrolladas por Artaud en El teatro y su doble sobre la realidad de los sueños y de la imaginación, él se ha propuesto reflexionar sobre lo que la vida cotidiana y hogareña tiene de artificial, de espectáculo mediatizado. Ha estudiado nuestras formas de vida, nuestras incertidumbres y qué dicen de nosotros los objetos personales que poseemos para hablar de la relación entre materiales e identidad.
Por último, el granadino Pablo Capitán del Río exhibe aquí obra reciente en la que la superposición de objetos evoca fenómenos físicos y psicológicos y apunta a cambios probables, situándose las piezas en instantes de transición previos a porvenires cercanos. Introduce el tiempo, la narración y el suspense en imágenes-objeto, y conviene evocar en ese punto, como hace Jesús Alcaide en el texto de la exposición, las palabras de Hito Steyerl sobre lo que una caída implica: Caer significa ruina y desaparición tanto como amor y desenfreno, pasión y entrega, declive y catástrofe. Caer es tanto decadencia como liberación, una condición que convierte a las personas en cosas y viceversa.
“Raw Material”
c/ Palafox, 5
Madrid
Del 12 de mayo al 9 de junio de 2018
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