Peter Hujar no fue un fotógrafo de hits, de grandes éxitos en vida, un autor de obras convertidas en emblemas (aunque todos recordemos a su relajada Susan Sontag); el suyo ha sido más bien un triunfo cocido a fuego lento, de largo aliento, manifestado a través de su influencia en un buen número de fotógrafos de la segunda mitad del s XX.
Desarrolló su trabajo fundamentalmente en Nueva York, entre las décadas de los cincuenta y los setenta, prestando atención a la calle y a los movimientos sociales, fundamentalmente a los que implicaron la liberación sexual, y también a los estragos que, ya en los ochenta, causó el sida. Él mismo padeció la enfermedad.
Trabajó en blanco y negro y su estilo fue fundamentalmente sencillo: era su forma de no restar poder al contenido emotivo y evocador de sus fotografías y a la atmósfera intimista presente en la mayoría de ellas, atmósfera que no es pretendida ni tampoco fruto de la casualidad, sino de la relación cercana y directa que Hujar entablaba con sus modelos.
Desde hoy y hasta abril, la Fundación MAPFRE nos muestra, en su sede barcelonesa de la Sala Garriga i Nogués, 160 fotografías de este artista estadounidense, y será inevitable que prestéis atención a su montaje, porque las imágenes no se han articulado en series atendiendo a una división más o menos cronológica, sino que se exhiben como el propio Hujar gustaba de hacerlo en vida: yuxtapuestas generando contrastes desconcertantes que provocaban y permitían extraer, de las comparaciones, lecturas inéditas. Para su última monográfica, que tuvo lugar en enero de 1986 en la Gracie Mansion Gallery del East Village, un año antes de su fallecimiento, Hujar dedicó varios días a organizar setenta fotografías en treinta y cinco pares verticales colocados muy cercanos entre sí, intentando que en ninguna fila hubiese dos fotografías juntas del mismo género.
En una primera sección de la exposición veremos las fotografías que realizó entre los cincuenta y los sesenta, un periodo en el que el de Nueva Jersey aspiraba a abrirse camino como fotógrafo de moda siguiendo la estela de los fotógrafos que eran sus ídolos: Lisette Model, Irving Penn y Richard Avedon; de este último llegó a recibir clases magistrales.
Entre 1958 y 1963 vivió sobre todo en Italia, donde estudió cinematografía en Roma y fotografió las catacumbas de Palermo antes de volver a Nueva York. Allí formaría parte del círculo de Susan Sontag, a la que retrato en 1975; frecuentó la Factoría de Andy Warhol y durante cuatro años se dedicó a ser fotógrafo de moda. Publicó en Harper’s Bazaar y GQ antes de llegar a la conclusión de que aquel afán primero de trabajar para estas publicaciones no era lo suyo, pues aunque siempre había querido obtener el reconocimiento de sus contemporáneos Arbus o Mapplethorpe no estuvo dispuesto, ya en su madurez, a dejar sus preferencias personales al margen.
A continuación veremos sus obras más tardías, realizadas desde 1970 hasta su muerte, cuando Hujar comenzó a dejarse guiar por sus intereses reales dejando al margen el ajetreo y las imposiciones laborales. Retrató entonces el ambiente bohemio y radical del downtown neoyorkino de esos años, sobre todo a escritores, cineastas, actores y figuras de las subculturas de Nueva York con las que trabó amistad. Entre ellos destacan las imágenes que dedicó al actor drag Ethyl Eichelberger y las que realizó en las zonas más deprimidas de los alrededores de Nueva York, donde fotografío las ruinas industriales y los muelles abandonados del Hudson en la zona baja de Manhattan.
En unos y otros casos podemos decir que se trata de retratos, porque Hujar dirige la misma mirada a personas y paisajes y los aborda buscando descubrir en ellos misterios por revelar, dejando espacio a la sugerencia más allá de la obviedad.
Tras su paso por Barcelona, esta muestra viajará al Fotomuseum de La Haya, el próximo otoño, y a la Morgan Library & Museum de Nueva York, ya en 2018, y para conocer mejor a Hujar, podéis buscar, además del catálogo de esta exposición, el único libro de fotografías que publicó: Portraits in Life and Death.
Peter Hujar. A la velocidad de la vida
SALA FUNDACIÓN MAPFRE. CASA GARRIGA I NOGUÉS
c/ Diputació, 250 08007
Barcelona
Del 27 de enero al 30 de abril de 2017
