Pasión por Renoir

El Prado acoge la primera monográfica española dedicada al impresionista francés

Del 19 de octubre de 2010 al 6 de febrero de 2011, en el Museo Nacional del Prado

Comisarios: Javier Barón, Jefe del Departamento de Pintura del s XIX del Museo Nacional del Prado y Richard Rand, Jefe de Conservación del Sterling and Francine Clark Art Institute

Organizan: Museo Nacional del Prado y Sterling and Francine Clark Art Institute

 

Las treinta y un obras de Pierre-Auguste Renoir que el coleccionista estadounidense Robert Sterling Clark atesoró a lo largo de cuarenta años y que ahora pertenecen a los fondos del Sterling & Francine Clark Art Institute de Williamstown se muestran hasta febrero en el Museo del Prado en el marco de la primera monográfica española de uno de los más celebrados adalides del Impresionismo francés. Hay que recordar además que el arte del de Limoges apenas se encuentra representado en nuestro país, sólo el Thyssen-Bornemisza guarda alguna de sus piezas.

Es la primera vez que estas obras se exhiben de manera conjunta fuera del Clark Institute. Se trata de pinturas fechadas entre 1874 y 1900 y ligadas a los principales géneros artísticos que Renoir cultivó: el retrato, el desnudo, la figura femenina, la naturaleza muerta, el paisaje y las flores. Todas ellas dan testimonio tanto de la influencia de la tradición pictórica anterior en el artista como de sus amplias aportaciones a la creación contemporánea.

Entre las creaciones de Renoir que podremos admirar en el Prado figuran un Autorretrato de 1875 que se aleja de la habitual delicadeza del impresionista; El puente de Chatou (1875), muy experimental; Palco en el teatro (1880), llamativo por los fuertes contrastes tonales entre blancos y negros; Peonías (1880), una de sus mejores composiciones florales y Bañista peinándose (1885), de dibujo preciso y exquisito.

El Clark Institute se inauguró en Williamstown en 1955 y comprende colecciones muy ricas entre las que destaca la de pintura impresionista, con un sobresaliente grupo de trabajos de Renoir, quien, tras formarse en el taller de Gleyre, donde conoció a Monet, Bazille y Sisley, y enrolarse en la guerra franco-prusiana, comenzaría a trabajar mano o mano con artistas de vanguardia unidos por su rechazo al academicismo dominante. Expuso en el Salón de los Rechazados de 1873 y al año siguiente participó en la organización de la primera muestra de “artistas independientes”, pronto conocidos como colectivo impresionista.

Recordado especialmente por sus bañistas y sus retratos de mujeres vestidas a la moda, Renoir tuvo al inicio de su carrera un éxito moderado que hacia 1900 se había visto convertido en una consolidada reputación.

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