El prestigioso premio de fotografía Hasselblad 2018 ha recaído en el artista colombiano Óscar Muñoz, autor de vídeos, imágenes y dibujos en los que ha empleado recursos como la tintura de café, el papel quemado, la luz y el vaho a la hora de abordar el paso del tiempo y los vaivenes de la historia y su incidencia en la fiabilidad de la fotografía.
La Fundación Hasselblad sueca viene concediendo estos galardones desde 1980 (con anterioridad han recaído en Cartier-Bresson, Salgado, Avedon, Robert Frank, Cindy Sherman, Nan Goldin o Joan Fontcuberta) y Muñoz lo recibirá el 8 de octubre. El día siguiente, el Centro Hasselblad, que forma parte del Museo de Arte de Gotemburgo, inaugurará una muestra dedicada a su producción que se acompañará de un simposio.
Donde ya podemos ver una exposición que repasa su trabajo, que además ha sido comisariada por el propio Muñoz, es en la Fundació Sorigué, que hasta el mes de diciembre presenta “des/materializaciones”: una selección de catorce obras en distintas técnicas en las que el de Popayán explora la perdurabilidad o el carácter efímero de la imagen, tanto en el marco del tiempo como en el de la memoria, en función de su fijación al soporte.
