Muere Elena Asins, figura clave del arte conceptual español

Fue además escritora y crítica de arte

Ayer falleció en Azpíroz (Navarra) Elena Asins, artista fundamental del arte conceptual español y también del empleo de la tecnología en nuestra creación, pues ha basado buena parte de su obra en la exploración de las posibilidades plásticas del cálculo sistemático realizado con ordenadores, en la estela de la tradición constructiva de la vanguardia del siglo XX y bajo la influencia de la teoría de la información desarrollada en los sesenta.

Elena Asins. Albiku Trikuharri II, 2002-03
Elena Asins. Albiku Trikuharri II, 2002-03

Realizó su obra en una enorme amplitud de medios (del vídeo al dibujo pasando por la instalación, la escultura o la poesía concreta) buscando siempre el rigor en la composición y la mayor sencillez posible en lo formal. La idea pesaba mucho más que el marco.

Participó en proyectos esenciales para la renovación del arte contemporáneo en nuestro país, como el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense o la Cooperativa de Producción Artística y Artesana y en sus comienzos, en los sesenta, participó en la que fuera la muestra decisiva a la hora de difundir la pintura geométrica radical española: “Arte objetivo”.

Muy vinculada en principio al arte concreto, Asins adoptó el lenguaje de la geometría vinculándolo a ritmos musicales (Strukturen) y aislándolo por completo de cualquier elemento que pudiera resultar superfluo o que fuera causa de distracción, entendiendo como tales las referencias figurativas, el color o la gestualidad. Sus trabajos desprenden armonía y son fruto de la búsqueda de un orden propio. Más tarde, la madrileña se alejó de los procesos de la pintura para indagar en las posibles aplicaciones de la informática en el arte sin apartarse de lo concreto y evitando cualquier simbolismo, cualquier ismo en general.

El esquematismo y las estructuras que se repiten y que representan un cosmos personal son la base de su producción más avanzada, tan simple en apariencia como compleja en procedimiento, de la que también forman parte infografías animadas y obras inmateriales que la convirtieron en figura imprescindible de nuestro arte conceptual: concedió primacía a la investigación frente a la realización material y asumió los riesgos que esa libertad de la forma conllevó.

Independiente por propia voluntad de las vicisitudes del mercado, no ha protagonizado numerosas exposiciones. Una de las fundamentales la presentó en 2011 el Reina Sofía bajo el comisariado de Borja-Villel: se tituló “Fragmentos de la memoria” y revelaba su cuestionamiento constante en torno al arte y la trascendencia como maneras de habitar el mundo.

En 2006 recibió la Medalla de Oro Nacional a Las Bellas Artes; en 2011, el Premio Nacional de Artes Plásticas y un año después el concedido por la Fundación Arte y Mecenazgo.

 

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