Romanticismo
El Romanticismo (1800-1850) fue un movimiento gestado a fuego lento a finales del s. XVIII, cuando se iniciaba el gusto por lo exótico y pintoresco, por la visión intimista del paisaje y por la relación sentimiental entre el artista y sus temas. Estas ideas ya estaban presentes en obras de artistas Rococó como Watteau o Fragonard.
El Romanticismo, verdadera ruptura con el Antiguo Régimen, supuso también una ruptura con olos convencionalismos neoclásicos y la uniformidad estilística; la recuperación del color frente al dibujo como expresión de la personalidad del autor, implicó el compromiso histórico del artista, que abordó temas de guerra o desastres (Géricault, Delacroix) y composiciones dinámicas y luces vibrantes.
Se manifestó en diversas escuelas que seguían la tradición francesa (Alemania, Gran Bretaña, España) y otorgó preponderancia a la pintura, más receptiva al sentimiento que la arquitectura, tradicionalmente portadora de los valores del pasado.
En cuanto a géneros destacan la pintura histórica o de denuncia (Delacroix, Géricault), los paisajes (Friedrich, Turner), el retrato y las escenas costumbristas.