Agrupa diversas tendencias pictóricas que surgieron en Francia entorno a 1880-1905 como reacción al impresionismo, que había dejado de ser un estilo homogéneo pues la individualidad de los artistas era cada vez más fuerte y la pintura necesitaba “salir” de la situación de monotonía y reiteración a la que había llegado a finales de siglo.
Esta denominación es acuñada por el pintor y crítico británico Roger Fry en 1910 con motivo de una exposición de pintura francesa moderna organizada en Londres bajo el título de “Manet y los postimpresionistas”. En esta exposición participaban Cézanne, Vincent van Gogh, Paul Gauguin y Matisse, aunque por entonces, los tres primeros ya habían muerto. Estos pintores muestran una escasa uniformidad estilística, reconociendo el propio Roger Fry la vaguedad del término, no obstante aprecia en todos ellos una actitud de superación del impresionismo y una preocupación por nuevas formas de expresión.