Barroco
El arte Barroco fue uno de los ámbitos en los que se plasmó, desde finales del s XVI o principios del s XVII, según autores, la crisis del Renacimiento. La Contrarreforma tuvo en él una influencia vital, como expresión de la línea marcada por el Concilio de Trento, en cuanto a favorecer la arquitectura, la escultura y la pintura como medios de enseñanza de los fieles, y como expresión del triunfo de la Iglesia y de la profunda religiosidad que invade su tiempo.
Desde un punto de vista estético, el Barroco sería la fase alternativa al Renacimiento, como el Helenismo lo fue al Clasicismo griego o el Romanticismo lo será del Neoclasicismo. Por su búsqueda de la emotividad, su propósito de conmover al espectador, recurre al color antes que a la línea, busca la vida, la atmósfera, la luz, el movimiento, acentúa sensaciones, y en arquitectura predomina la elocuencia de las formas y los colores, buscando la espectacularidad e incluso la retórica. La arquitectura religiosa barroca es rica y lujosa frente a la austeridad clásica, más intelectual que emotiva. Son frecuentes las líneas curvas y onduladas, las formas elípticas y ovales, como alternativa a la línea recta.
La arquitectura barroca (Bernini, Borromini, Cortona) se caracteriza por sus plantas y alzados llenos de movimiento, su desarrollo de efectos lumínicos para transmitir percepciones de espacios mayores de lo que en realidad son y la interacción entre el espacio interno y el externo.
La escultura barroca fue la escultura del movimiento frente al equilibrio y reposo del Renacimiento y la tensión del Manierismo. La estatuaria adoptó composiciones en aspa, paños flotantes y ademanes gesticulantes. Tuvo una expresión monumentalista con carácter urbano y funerario, destacó por el dominio técnico de materiales como el bronce, la madera policromada y el mármol; las superficies se tratan de modo muy diverso para intentar reproducir las distintas calidades. La temática es variada pero abunda el tratamiento del asunto de la muerte con carácter dramático y pasional.
La pintura barroca, con Italia como centro, se caracteriza por su naturalismo o acercamiento a la realidad y su clasicismo continuador de los valores del alto Renacimiento.
Estas corrientes culminarán en la decoración ilusionista de los interiores civiles y religiosas y tendrán una evolución diferente en cada país. Fueron grandes pintores barrocos Caravaggio, los Carracci, Rembrandt, Rubens, Velázquez, etc.