“What you want is what you get” será el título de la segunda muestra individual dedicada a Antoni Miralda (la primera en su sede madrileña) que nos ofrezca la Galería Moisés Pérez de Albéniz, a partir del 14 de noviembre.
Enlazando con anteriores proyectos, este creador conceptual analizará la cara b de iconos de consumo reconocibles, entre ellos el hueso, un icono amuleto de la buena suerte que simboliza en su nueva obra los restos arqueológicos del fast food a través de la transformación del logo de una muy conocida cadena de cocina rápida. El espectáculo de un rebaño desfilando por el centro de la ciudad le servirá para hablar de los peligros de la clonación y los transgénicos; la comida, de los tabúes a los que la asociamos, o las banderas, de nuestras ideas sobre el erotismo.
Desde la década de los sesenta, la producción de Miralda profundiza en el sentido de “contramonumento” de la obra de arte y aborda una espectacularización de la cultura de masas que el artista considera abiertamente indigesta. La comida y las reliquias de carácter efímero, que desaparecen al ser devoradas o que cambian de color con el paso del tiempo, le sirven para subrayar y poner en cuestión el dispositivo expositivo y la organización institucional del arte.
Premio Arte y Mecenazgo 2015, Miralda es autor de proyectos que destacan por su diversidad y que reivindican el conocimiento de otras culturas aunando sensibilidad y potencia crítica. Amante de lo perecedero y lo lúdico e interesado en desarrollar sus propuestas en espacios ajenos al circuito convencional del arte, comenzó hace más de cuarenta años a investigar el arte efímero de la alimentación a partir del humor, de la celebración de lo sensorial y de un lenguaje vibrante, y contando normalmente con la participación del espectador.
Lo material, la originalidad y, desde luego, la idea de permanencia no tienen importancia en sus trabajos, siempre temporales y con un cariz colectivo y a menudo antropológico, al incorporar referencias a diversos rituales y al manejar la idea del alimento como elemento de cohesión social. Buena parte de sus acciones existen documentadas solo a través de fotografías, vídeos y películas.
Su serie más temprana fue Soldats Soldés (1967-1972), assemblages elaborados a partir de la acumulación de soldados de plástico blanco. Ya en aquellos años, residiendo en París, comenzó a configurar proyectos en los que introducía el ceremonial de la comida como elemento creativo a partir del color y su simbolismo.
Entre los setenta y los noventa se estableció en Nueva York, y su obra de aquel periodo la desarrolló sobre todo en el espacio público. A mediados de esta última década, partiendo de la imbricación comida-cultura, creó el FoodCulturaMuseum, un “museo sin paredes” destinado a explorar, coleccionar, preservar, documentar y difundir las conexiones entre comida, cultura popular y arte. La iniciativa cuenta con una amplia trayectoria de actividades y exposiciones, entre ellas la creación del Food Pavilion para la Expo 2000 de Hannover, los proyectos Power Food y Sabores y Lenguas, que proponen reflexionar en torno al poder y la energía de la comida, la memoria culinaria, los intercambios y la riqueza gastrocultural de diversas ciudades latinoamericanas, europeas y asiáticas.
Actualmente, Antoni Miralda vive entre Barcelona y Miami.
“What you want is what you get” podrá visitarse hasta el 9 de enero.
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