Manifesta 11 y lo que hacemos por dinero

La Bienal arranca en Zurich

Zurich,
Maurizio Cattelan y Edith Wolf-Hunkeler
Maurizio Cattelan y Edith Wolf-Hunkeler

Bajo el lema What People Do For Money: Some Joint Ventures (¿Qué hace la gente por dinero? Algunos proyectos colectivos), el pasado 11 de junio comenzó en Zurich Manifesta 11, la Bienal Europea de Arte Contemporáneo itinerante que ha centrado sus esfuerzos desde sus inicios en investigar y reflejar los desarrollos emergentes en el arte contemporáneo europeo, con el objetivo de presentar a un público local, nacional e internacional nuevos aspectos y formas de expresión artística.

Esta vez Manifesta, que se celebrará hasta el 18 de septiembre, coincide con el Año del Arte en Zurich y tiene como sedes fundamentales en la ciudad suiza el Migros Museum für Gegenwartskunst, LUMA Westbau / POOL  y Kunsthalle Zúrich. Otros escenarios son el Pavillon of Reflections en el lago Zurich, una plataforma flotante multifuncional con una pantalla LED gigante, una tribuna para espectadores y una zona de baño, el recinto Löwenbräu o el Cabaret Voltaire.

La historia de Zurich, cuna de movimientos artísticos y políticos y lugar de acogida de intelectuales en los periodos de agitación en Europa, sirve a la bienal para explorar temas críticos de índole global en relación con el espacio urbano y la sociedad, y también para evaluar el papel que el arte puede desempeñar en las relaciones entre ambos.

Zurich es también la ciudad del país con mayor actividad económica, en la que tienen su sede los principales bancos, así que el lema de esta edición de Manifesta resulta más que afortunado y, además, muchos de los proyectos presentados tienen esa economía, eje de la actividad laboral de quienes residen en Zurich, como fundamento. Entre las 35 nuevas producciones que se presentan un buen número se exhiben fuera de los tres museos citados, en espacios expositivos no convencionales entre los que no faltan lugares de trabajo.

En el fondo, Manifesta propone una nueva reflexión sobre el asunto de la autoría, nuestra mirada añeja hacia el artista como genio y el valor dado a los proyectos surgidos de colaboraciones

Bajo el comisariado de Christian Jankowski, se ha buscado que una treintena de artistas emprendan “negocios conjuntos”, en definitiva obras en colaboración, con profesionales de ámbitos muy variados, desde el pastoreo al sexo pasando por médicos, maestros, terapeutas, cocineros, policías, científicos o deportistas.

En su producción, Jankowski ya ha contado en más de una ocasión con trabajadores de especializaciones varias; quizá el caso más célebre fuera el de su filme Casting Jesus (2011), en el que pidió a miembros del Vaticano que ejercieran como jurado en un reality-show en el que participaban actores realizando tareas “sacerdotales” como partir el pan. También invitó a una actriz, la alemana Nina Hoss, a comisariar una retrospectiva suya reciente en Berlín.

Jankowski dice haber planteado una Manifesta a la que a él mismo le gustaría ser invitado, aunque pide que no se contemple la muestra como una obra personal más.

Cada proyecto comisionado se exhibe en tres partes: una primera se muestra en una de las tres sedes principales; otra, en una localidad satélite de Zurich, donde una obra es instalada o llevada a cabo, o bien se realiza una performance, con el fin de conceder su protagonismo a las ciudades-dormitorio que tanto tienen que ver con el mundo laboral; y, por último, la tercera, a modo de breve documental creado por estudiantes de cine, se presenta cada noche en el citado Pavilion of Reflections.

El noruego Torbjørn Rødland ha trabajado con una dentista a la hora de crear imágenes asociadas al complejo simbolismo que atribuimos a los dientes en nuestros sueños; Andrea Éva Györi ha colaborado con un sexólogo para explorar el orgasmo femenino, Maurizio Cattelan ha trabajado con una atleta paraolímpica en una suerte de performance imposible que la hace avanzar sobre las aguas en silla de ruedas…

Participan en la cita cinco artistas españoles: Santiago Sierra, Carles Congost, Fermín Jiménez Landa, Fernando Sánchez Castillo y Karmelo Bermejo, que han contado también con profesionales de varios sectores en Zurich. Santiago Sierra ha optado por trabajar con militares, Carles Congost con una estrella de rock y Fermín Jiménez Landa con un meteorólogo.

Para completar el proyecto, en el el Helmhaus y el Löwenbräu se nos presenta una exposición comisariada por Jankowski y Francesca Gavin. Cuenta con obras fechadas en el último medio siglo cuyos autores también contaron con la colaboración de otros profesionales o se sumergieron ellos mismos en el desempeño de empleos que no conocían. Incluye trabajos de Sophie Calle o Jonathan Monk.

En el fondo, Manifesta propone una nueva reflexión sobre el asunto de la autoría, nuestra mirada añeja hacia el artista como genio y el valor dado a los proyectos surgidos de colaboraciones.

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