Luc Tuymans, inquilino de San Giorgio Maggiore

El belga presenta dos nuevas pinturas en Venecia

Venecia,

Hace sólo cinco años, Luc Tuymans recalaba en el Palazzo Grassi veneciano para presentar “La pelle”, una selección de pinturas significativas del conjunto de su trayectoria, enfocada en la figuración y en el trabajo a partir de referencias al pasado o a la historia más reciente, a la vida cotidiana o al alud de imágenes privadas y públicas que, especialmente en las últimas décadas, nos llega a través de la prensa, la televisión o Internet.

Este autor belga interpreta esas capturas tomadas de los medios sumiéndolas en el extrañamiento, disolviéndolas en una luz inusual y enrarecida que recalca la ansiedad que ese caudal visual es capaz de generar. Se refiere Tuymans a estas fotografías como falsificaciones auténticas de la realidad -defiende con vigor la existencia de una forma de autenticidad en lo falso- que vendrían a demostrar que el medio pictórico hoy no ha perdido capacidad expresiva y narrativa en relación con lo político y lo histórico, pero tampoco centrándonos en lo cotidiano y lo absurdo.

Trabajando fundamentalmente con las citadas pinturas, pero también con fotografías, frames de películas, revistas y periódicos o diapositivas, suele embarcarnos en sus muestras recientes en nebulosas desinformativas en las que lo que permanece oculto o imperceptible a nuestros ojos es igual de importante que lo que sí vemos.

Lienzos y tapices de maestros pasados han sido sus habituales bases de influencia, sin embargo, Tuymans se acerca y se aleja de sus motivos y del lienzo y llega a introducir en ellos una frialdad inusitada. Se vale normalmente de pequeños formatos, con tonalidades sutiles, austeras y casi indolentes y desde enfoques que parecen distantes; sabemos que sus procesos son, no obstante, lentos y pausados y que estudia a fondo cómo una imagen genera otra o incluso extensas series, además de analizar nuestros modos de percibir y los puntos de convergencia de la pintura y la imagen en movimiento, el cine.

Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marco Furio Magliani
Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marco Furio Magliani

El artista regresa ahora a Venecia, nada menos que para tomar el relevo a Tintoretto en San Giorgio Maggiore mientras son restauradas sus pinturas La Última Cena y El pueblo de Israel en el desierto, que pueden contemplarse normalmente en el presbiterio de la abadía. En la misma ubicación nos esperan, hasta febrero de 2026, Heat y Musicians, dos composiciones inspiradas en instantes cotidianos de viajes de Tuymans y que sorprenderán a los visitantes por su paleta inusual -encendida en un caso, apagada en el otro-, sus perspectivas desconcertantes y sus atmósferas de tinte surrealista.

En consonancia con la experiencia del espectador, sumido seguramente en este lugar en una vivencia a medio camino entre lo cultural y lo espiritual, proponen estos trabajos una comunión posible entre la divinidad y lo cotidiano a través de fragmentos de vida que trascienden su banalidad aparente.

Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marco Sabadin
Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marco Sabadin

El proyecto contará, además, con una tercera creación de este autor: un manuscrito iluminado que próximamente se exhibirá en el atril del badalone, en el centro del coro principal, el lugar de oración y alabanza comunitaria de los monjes que residen aquí. Una vez acabado, pasará a formar parte de la colección de obras de este género a cargo de creadores contemporáneos que han colaborado con San Giorgio Maggiore, fondos que comenzaron a gestarse en 2019 bajo los auspicios de Benedicti Claustra Onlus, organización sin ánimo de lucro que gestiona las iniciativas culturales en el templo diseñado por Palladio.

Todas las piezas nacen del diálogo de Tuymans con la comunidad benedictina de San Giorgio, que con este tipo de propuestas busca generar debates sobre las posibilidades de renovar las relaciones de la Iglesia con el arte que le es contemporáneo. Sugieren que en nuestra época, en la que el lenguaje visual y simbólico sigue teniendo un fuerte impacto para los fieles y para el conjunto de la población, ha de ser posible para esta institución establecer nuevas vías de expresión e intercambio con los artistas, propuestas que examinen el tiempo presente desde una dimensión espiritual abierta a todos y que vayan más allá de la mera decoración de espacios.

Atendiendo a esas intenciones, fue Tuymans el invitado a exponer en el templo: los contornos difusos de sus formas, que eluden definiciones claras y parecen apuntar al lado irrepresentable de la realidad y la historia, pueden resultar propicios para la reflexión sobre la experiencia humana de lo no palpable, sobre nuestra consideración de lo intangible.

Desde Benedicti Claustra Onlus inciden en que no se ha pretendido ofrecer interpretaciones contemporáneas de las composiciones de Tintoretto, sino proporcionar a Tuymans la oportunidad de interactuar con el carácter sacro de San Giorgio Maggiore; de experimentar, como lo hizo el mago de la prestezza siglos antes, con las perspectivas visuales, la arquitectura del presbiterio y la involucración de los fieles durante las liturgias aquí celebradas.

Dos veces participante en la Biennale (en 1997 y 2001), este artista ha abordado con frecuencia asuntos vinculados a acontecimientos históricos traumáticos, como el Holocausto (Gaskamer, 1986), el colonialismo belga (Mwana Kitoko, 2000) o el terrorismo (Naturaleza muerta, 2002). En su retorno a la Serenísima, sus reflexiones parecen dirigirse hacia el alivio del tumulto.

Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marta Buso
Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marta Buso

 

Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marta Buso
Luc Tuymans en San Giorgio Maggiore. Fotografía: Marta Buso

 

 

Luc Tuymans

BASILICA DI SAN GIORGIO MAGGIORE

Isola di San Giorgio Maggiore, 2

Venecia

Hasta el 22 de febrero de 2026

 

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