En su obra en distintas técnicas, el artista salmantino Rafa Sendín suele valerse de materiales ajenos, sea inspirándose en su temática, a veces muy pegada a la actualidad; sea borrando, tachando o manipulando esas trazas de otros en el camino de hacerlas suyas y adaptarlas a su lenguaje.
Lo vimos, hace unos años, en su muestra “Juego de espejos” en la Galería Fúcares de Almagro: tomando como materia prima fotografías originales de autores desconocidos, publicadas en revistas, catálogos o libros, las refotografió para después recortar algunas partes e incorporar, en el lugar de esos fragmentos mutilados, espejos que a su vez recogían instantes y retratos de varios personajes.
Para el proyecto que, hasta finales de mayo, presenta en el Museo Barjola gijonés, titulado “Yoes”, Sendín también ha trabajado a partir de episodios de la historia reciente y de la producción de otros creadores. Consta de trece obras inéditas que hasta ahora se encontraban en su taller y que pueden contemplarse en todos los espacios del centro, incluyendo su capilla, a la que ha llevado la pieza sonora Chiste, una de las más recientes entre las presentadas.
Once de estas obras han sido elaboradas específicamente para las salas del Barjola y entre ellas encontramos una pintura, Pintura II, en la que juega con el concepto de autoría (fue ejecutada por otro pintor voluntario), fotografías de las series Mímesis y Cartela, en las que documenta acciones que había desarrollado previamente; esculturas como Pedestal y Lápida (en la primera busca integrar al espectador, de forma clara, en la presentación; la segunda comparte peso y medidas con su propio cuerpo); un gran bordado que tampoco salió de sus manos, sino de las de una artesana (Tapiz); otra obra de conjunto, basada en la unión de las aportaciones de varios artistas asturianos (Lacéré anonyme –inconscient collectif), y también el libro El proceso, una entrevista e incluso la irónica obra inmaterial reciente Mecenazgo, ejemplo de su crítica, planteada desde el humor, hacia aspectos del actual funcionamiento del mercado del arte. En este caso, se refiere a la dificultad de encontrar mecenas, pero también ha aludido a la acumulación de obras que no pueden exhibirse en los fondos de los museos o a las dificultades de los artistas para abrirse camino.
Ese título de “Yoes” hace evidente referencia a las múltiples fuentes (y manos) de las que Sendín se nutre a la hora de configurar una obra que es tan personal como colectiva y que desafía la noción tradicional de autoría. Sus aportaciones individuales no solo comparten espacio y soporte, sino que se imbrican, con las de otros autores, dando lugar a un conglomerado de miradas integradas al que se invita a sumarse al público.
Incluso en su última obra, la pintura Consanguinidad, en la que ha empleado su propia sangre, rinde homenaje y reivindica su cercanía, de ahí su título, a los pintores que han influido en su carrera.
Laura Gutiérrez comisaría esta exhibición, la primera de Sendín en Asturias.
Rafa Sendín. “Yoes”
c/ Trinidad, 17
Gijón
Hasta el 27 de mayo de 2018
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