Los elementos del discurso de Fernández Alvira

El artista presenta en el IAACC Pablo Serrano de Zaragoza un proyecto sobre lo reconstruido y lo verosímil

Zaragoza,

La producción de Antonio Fernández Alvira parte de dibujos que nunca traza con rapidez, sino borrando y recomenzando, sometiendo al papel a un proceso de construcción que tiene sus analogías en el de la consolidación de una personalidad artística; más adelante, esos dibujos saltan a las tres dimensiones, dando lugar a instalaciones que también son frutos de procedimientos lentos y que invitan a la reflexión sobre todo lo que era sólido, refiriéndose a la fragilidad de arquitecturas aparentemente estables, al engaño que puede subyacer tras lo que parece evidente.

Muchos de sus proyectos han tenido hasta ahora, asimismo, que ver con lo identitario: era el caso de los papeles bordados que conformaban Constructing my identity (2008-2009), de las acuarelas de De valores y mentiras (2011), en relación con los clichés asociados a lo masculino, o de Soldiers (2013), conjunto de gouaches y de obras en tinta sobre papel en las que nos presentaba soldados sin rostro pero cubiertos de insignias, en referencia a la relevancia que hoy concedemos al poder y sus símbolos frente a la dada a nuestra personalidad. Después llegarían sus mencionadas instalaciones arquitectónicas y escultóricas, en las que explora la vulnerabilidad de aquello que parece inexpugnable. Cuando lo fichamos nos contó Antonio que encuentra ideas comunes entre sus trabajos primeros y recientes: La investigación sobre los conceptos de representación y fraude visual, la teatralización, la máscara, la fragilidad y lo efímero de nuestro entorno y sus símbolos.

Desde ayer y hasta el 29 de marzo, este autor oscense presenta en el Instituto Pablo Serrano de Zaragoza su monográfica “Elementos para un discurso”, en la que ahonda en cómo estos son construidos y en cómo se representan en el imaginario colectivo, de nuevo a partir de la instalación y la escultura y recurriendo a otros rasgos ya habituales en su producción, como las estéticas ligadas a la arqueología o la apelación a lo falso, al fake.

Componen la exposición elementos constructivos y arquitectónicos que remiten a monumentos clásicos: cornisas, sillares y piedras que se muestran en el centro zaragozano conforme a un orden aparentemente reconocible en cuanto a color y tamaño. Es intencionado: Fernández Alvira recuerda que los mecanismos expositivos propios de la museología de los bienes arqueológicos contribuyen a que nuestra visión de los tiempos pasados sea la que inconscientemente aún es, una visión sin fisuras, inapelable y muy difícil de modificar.

Pero va más allá: sirviéndose de un display en el que unas y otras obras se relacionan entre sí a partir de su ordenación tanto espacial como semántica, emplea también el fake como herramienta conceptual de su discurso al incorporar al montaje piezas sin valor histórico, como molduras de ventanas o restos de puertas reproducidos a partir de un molde. Estos fragmentos seducen al espectador si no se acerca demasiado a comprobar su autenticidad.

Así, Fernández Alvira plantea una reflexión sobre cómo determinados relatos de la historia, la pasada y la presente, pueden quedar legitimados en espacios aparentemente neutros en los que solo el saber cierto tiene, teóricamente, cabida y también nos invita a cuestionar tanto la existencia de verdades únicas como nuestra facilidad para asimilarlas: nos invita, en definitiva, a no considerar como necesariamente real lo que nuestros ojos ven.

Carlos Delgado Mayordomo recuerda en el texto que acompaña a la muestra la importancia de la reconstrucción a partir de fragmentos a la hora de hacernos imaginar cómo fue lo no conservado, ya que lo que nace como especulación puede ser interpretado como verosímil, y cita a Fernández Mallo y su noción de ficción consensuada: restos a los que cada generación, corriente o ideología alimenta de hipótesis para generar una memoria homogénea y fácilmente asumible.

El oscense nos sitúa aquí frente a “falsas ruinas normativamente construidas” en piezas que plantean cómo puede gestionarse la pluralidad de la memoria colectiva, cómo podemos rescatar relatos silenciados y cómo se relacionan el saber y el poder en los espacios de conocimiento, sobre todo en los institucionales.

Antonio Fernández Alvira. "Los elementos del discurso". IAACC Pablo Serrano, Zaragoza
Antonio Fernández Alvira. “Los elementos del discurso”. IAACC Pablo Serrano, Zaragoza

 

Antonio Fernández Alvira. “Los elementos del discurso”

IAACC PABLO SERRANO

Paseo María Agustín, 20

Zaragoza

Del 13 de noviembre de 2019 al 29 de marzo de 2020

 

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