El año pasado José María Sicilia recibió el Premio Nacional de Arte Gráfico en reconocimiento a su trayectoria en el campo de la estampación a lo largo de tres décadas y al alcance espiritual y poético de su producción gráfica, y este año, como todos los creadores que reciben este galardón concedido por la Real Academia de San Fernando, expone en la Calcografía Nacional.
En la estela de sus trabajos de la última década, las piezas que exhibe en “La Locura del Ver” se aproximan a lo ornamental sin caer en ningún momento en lo obvio. Ofrecen tonalidades suaves en la mayoría de los casos y connotaciones poéticas más que claras, así que el resultado del conjunto viene determinado por una estética sutil contraria a la espectacularidad y cercana al sueño.
Tres son los proyectos de Sicilia que forman parte de la exposición, con dos paredes como frontera: el primero es el kimono de seda y raso, colgado del techo a modo de velo, Return to us, que el artista ha planteado como símbolo de umbral entre dos mundos, el exterior y el interior pero también el del pasado y el del futuro. Comenzó a trabajar en él en 2011, a partir del desastre de Fukushima, y sus preciosas costuras tan líricas en su apariencia tienen un origen menos romántico: son la traducción visual de la recopilación de datos informáticos generados por las manifestaciones lumínicas y sonoras que causó aquella tragedia.
No es el primer proyecto que Sicilia dedica a Fukushima (podemos recordar “Flores de invierno”, que en 2014 pudo verse en Matadero Madrid); el madrileño, muy vinculado a Japón, trabaja durante varios meses cada año en talleres junto a los damnificados y hoy ha explicado que actualmente está inmerso en el asunto de los suicidios derivados del tsunami. El propósito de esta preciosa tela es llamar nuestra atención sobre la vida que surge tras los desastres, frente al tiempo y los accidentes y a veces en comunión con ellos.
El segundo capítulo de “La Locura del ver” lo constituyen cinco volúmenes del Libro de las Mil y Una Noches en los que Sicilia viene trabajando desde 1996, tras encontrar casualmente en una librería de París (él buscaba un San Juan de la Cruz) una edición francesa de esa obra fechada a principios del siglo pasado. Como adivináis por los plazos, a cada uno de esos libros le dedica varios años, se deja llevar por impulsos y contando con diversos colaboradores, como Michael Woolworth. Sus referencias al texto no son evidentes sino más que delicadas: al principio se servía de colores rojos para aludir a la presencia temprana de la sangre en la trama, luego incorporó el amarillo como símbolo de rencor… En ocasiones (cuarto libro) introdujo bordados que remiten a los experimentos de Young sobre el origen de la física cuántica, una ciencia que nos invita a pensar que la realidad es solo una ilusión óptica, y otras veces monotipos, nunca iguales.
Resulta interesante analizar la evolución del estilo de Sicilia a lo largo de los veinte años que lleva dedicados a estos libros, testigo de sus intereses en este periodo, y también vincularlos al género Ukiyo-e, esas “pinturas del mundo flotante” por las que el artista se ha dejado influir dado su amor por el instante, los nexos entre moda efímera y muerte.
Por último, forman parte de la muestra tres estampas realizadas este mismo año que se integran en una serie que da título a la exposición. Se trata de representaciones de traducciones informáticas del ya citado experimento de Young, el de la doble rendija, del que el científico dedujo la naturaleza ondulatoria de la luz.
Durante la presentación de “La Locura del Ver”, Juan Bordes ha dado a conocer al artista ganador del Premio Nacional de Arte Gráfico correspondiente a este año, que expondrá en la Calcografía en 2017. Un jurado formado por Antonio Bonet, Calvo Serraller, Estrella de Diego y José María de Francisco se lo ha concedido a Gustavo Torner.
José María Sicilia. La Locura del Ver
Calcografía Nacional
C/ Alcalá, 13 28014 Madrid
Del 23 de diciembre de 2016 al 5 de febrero de 2017
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