Con el apoyo de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, les Abattoirs de Toulouse exponen, hasta el 26 de agosto, más de sesenta obras en distintas técnicas del artista vasco.
Se fechan entre 1952 y 2002 y proceden de los fondos de esa Fundación, de la colección que Chillida atesoraba en su taller y de diversas colecciones públicas y privadas, y se estructuran en Toulouse según criterios temáticos vinculados a los cuatro elementos, a las posibilidades de enlazar arte, naturaleza y espacio público y al diálogo entre escultura y arquitectura.
Destacan sus esculturas de hierro y metal, las obras blancas de alabastro y las de terracota. El proyecto hace hincapié en la voluntad de Chillida de crear volúmenes que sean más que eso: lugares físicos, espirituales y humanísticos.
