La ”contra acción” de Javier Joven en el IAACC

Un viaje a la intimidad de nuestros pensamientos

Zaragoza,
Javier Joven. El profeta y la nada
Javier Joven. El profeta y la nada. Foto: José Garrido Lapeña

El IAACC Pablo Serrano exhibe hasta el próximo mes de septiembre “Contra Acción”, una muestra de Javier Joven en la que el artista sintetiza las ideas y las búsquedas que han motivado su trabajo de los últimos años.  Como señala Susana Blas en el catálogo de la exposición, esta se convierte en un manifiesto emocional que es en realidad un “anti–manifiesto”, dada su renuncia a defender ninguna propuesta absoluta, más allá de dejarse estar. Y es que Joven nos invita a un viaje interior y a un acto de detención, un estado intermedio, casi atemporal, inspirado en el taoísmo y en la práctica del Wu Wei, ese estado emocional que promueve una cierta pasividad como alternativa a la acción; que, como el agua, aun siendo débil y delicada, es capaz de adaptarse a cualquier forma.

En ese recorrido emocional hecho en primera persona encontramos repetidamente la presencia de la figura del artista en las obras, ya sean fotografías, objetos, vídeos o pinturas. Con este gesto, que no responde a una cuestión de narcisimo sino de autenticidad, humor y humildad, asume la responsabilidad absoluta de las acciones: Trato de plasmar algo inefable, que trasciende mi experiencia particular. La experiencia mística aspira a ser universal, pero paradójicamente es extremadamente personal.

La muestra puede dividirse en cuatro fases o etapas que nos van guiando por ese recorrido emocional. En la primera de ellas, LOGOS, Javier sale a predicar, libro en mano, las virtudes de la razón a los animales, a los árboles y a los vegetales: Arropamos de palabras lo real para protegernos: adherimos piel a las vísceras de lo cotidiano.

Descubierta la incapacidad para influir en el entorno, se accede a la segunda fase, SILENCIO, para la cual el artista, cambia de atuendo. Utiliza la neutralidad de un pasamontañas y permanece hierático en diferentes ambientes alusivos a sus recuerdos: El silencio es un acto de compromiso con lo real. La rebelión de la conciencia marcada. También la intución del vacío, de la nada que acecha y precariza e intensifica nuestra expriencia.

Y tras el silencio, en tercer término, llega la QUIETUD, esa pasividad creativa: En la búsqueda de quietud he tenido dos momentos: la experimentación de mi propio fluir espontáneo y la conexión con algunos hechos de mi pasado familiar. A veces, cuando te detienes, se agolpa en ti la memoria que arrastras. A esta serie pertenecen piezas pictóricas abstractas como Wu Wei (interior enmarañado) y Caos, germen.

Sólo al final se atisba una idea de porvenir, de PROFECÍA, y el círculo por fin se cierra: Finalmente, una intuición honda e inconmesuarble me abraza, me mece y cierra mi proceso como si de un círculo se tratara. El vacío, entonces, no es una acechanza, sino un sentimineto de plenitud. En el último cuadro de la muestra reúne todos los elementos de los estadios anteriores (el porte serio, los libros, la quietud, la abstracción pictórica… la nada).

 

Javier Joven. Caos, germen. Foto: José Garrido Lapeña
Javier Joven. Caos, germen. Foto: José Garrido Lapeña

 

Javier Joven. "Contra Acción"
Javier Joven. “Contra Acción”

 

“Contra Acción”

INSTITUTO ARAGONÉS DE ARTE Y CULTURA CONTEMPORÁNEOS PABLO SERRANO. IAACC

Paseo María Agustín, 20

50004 Zaragoza

Del 14 de junio al 17 de septiembre de 2017

 

 

 

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