Joséphin Péladan y lo que el simbolismo tuvo de secta

El Guggenheim recuerda las cinco ediciones del Salón de la Rosa y la Cruz

Nueva York,

Su vida fue breve, pero su influencia larga. En 1892 el crítico y escritor francés Joséphin Péladan, conocido por sus excentricidades, inauguró el Salón de la Rosa y la Cruz (R+C) con el fin de que se convirtiera en exposición artística anual al servicio de la representación de las doctrinas de la orden del mismo nombre a la que él pertenecía, la Rosacruz, una secta que conjugaba religiosidad, fraternidad y esoterismo.

Pudo celebrarse durante cinco años, hasta 1897, y en él expusieron artistas simbolistas europeos y estadounidenses. Esta corriente fue la preferida por Péladan por lo que tenía en común con sus creencias, al margen de que fuera tendencia dominante en la década de 1890: el simbolismo rechazaba las teorías científicas, la estética realista y la opción secular, que el s. XIX había ensalzado hasta entonces, para decantarse por lo imaginario, lo espiritual y las imágenes marcadamente estilizadas. Los artistas amados por Péladan buscaban en sus obras la captación de un ideal etéreo y dejaron a un lado lo terreno, la materialidad de un mundo físico vulgar para sus mentes soñadoras.

Vista de la exposición "Mystical Symbolism: The Salon de la Rose+Croix in Paris, 1892–1897" en el Solomon R. Guggenheim Museum
Vista de la exposición “Mystical Symbolism: The Salon de la Rose+Croix in Paris, 1892–1897” en el Solomon R. Guggenheim Museum

Sabemos que los creadores que expusieron en el Salón de la Rosa y la Cruz, como Charles Maurin o Fernand Khnopff, no compartieron siempre ideología, y a veces tampoco estilo, pero sí comulgaron con una estética simbolista caracterizada por las líneas sinuosas, los cuerpos alargados y las formas planas. Probables lectores de Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé, Rimbaud o Christina Rossetti, a cuyas obras remiten de manera directa algunas de sus pinturas, también tuvieron en común su gusto por los temas alegóricos, místicos, y religiosos y por las imágenes de mujeres evanescentes, seres andróginos, criaturas monstruosas y símbolos arcanos. Entre sus referentes: Orfeo, el Renacimiento italiano, las narraciones del Nuevo Testamento y, cómo no, las imágenes estereotipadas de peligrosas mujeres fatales o de damas inmaculadas, inocentes y frágiles.

Tanto en la secta de Péladan como en este Salón se desarrolló cierto culto a la personalidad: a la del fundador, desde luego, pero también a la de otros individuos, sobre todo Richard Wagner: su concepto de Gesamtkunstwerk –obra de arte total que combina múltiples medios– inspiró actividades interdisciplinares que hacían coincidir con la muestra de la Rosa y la Cruz, incluyendo actuaciones musicales, producciones teatrales y conferencias.

El Salón de Péladan ha caído hoy prácticamente en el olvido, pero en su tiempo supo llamar la atención del público y de la prensa, y ejercería influencia indirecta en artistas, más o menos conservadores, más o menos radicales, preocupados por la dimensión espiritual del arte. Entre ellos podemos citar a pioneros de la pintura abstracta como Vasily Kandinsky, František Kupka y Piet Mondrian, los tres figuras fundamentales de la colección Guggenheim que bebieron de las teorías simbolistas.

Ahora este museo neoyorquino recuerda en una muestra el ambiente del Salón de la Rosa y la Cruz recreando cómo fueron sus exposiciones: presenta obras que formaron parte de ellas y que podemos considerar representativas de la corriente más mística del movimiento simbolista.

 

“Mystical Symbolism: The Salon de la Rose+Croix in Paris, 1892–1897”

SOLOMON R. GUGGENHEIM MUSEUM

1071 5th Avenue

Nueva York

Del 30 de junio al 4 de octubre de 2017

 

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2 respuestas a “Joséphin Péladan y lo que el simbolismo tuvo de secta”

  1. peladan

    Peladan fue un personaje fascinante, adelantado a su tiempo y transgresor, ademas de un esteta en toda regla…
    Cuanto mas me informo y leo sobre el, mas me fascina su vida y obra.
    Y no olvidemos su vertiente ocultista, que dió como fruto, entre otras cosas, una tirada de cartas de tarot que lleva su nombre.

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  2. betzahurtado

    Cada Artista es profundo, y lo expresa en sus hermosas ingeniosidad el cual enfocan distintas visiones donde predomina , tristeza, romanticismo, pasión, entre otros así como es único cada artista recomiendo conozcan la innovadora técnica de puntillismo abstracto de http://gabinoamaya.blogspot.com/, relajante, colorido y bella expresión de solidos puntos armoniosos.

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