Tras casi tres décadas de actividad en la calle Claudio Coello de Madrid, donde seguirá operando, la Galería Jorge Alcolea estrena sede en Barcelona: la Galería Jorge Alcolea – Nonell, que toma el testigo, en el número 16 de la calle Johann Sebastian Bach, de la Sala Nonell, centrada en antigüedades y emblemática en la Ciudad Condal.
El pasado 13 de noviembre quedó inaugurada la primera de sus exposiciones: la colectiva “La caza del faisán”, comisariada por Enrique Juncosa, en la que se dan cita pinturas de artistas contemporáneos (Albert Pinya, Antonio González, Belén Rodríguez, Hugo Fontela, Matías Krahn, Vicky Uslé, Yago Hortal, Miki Leal, Secundino Hernández, Isabel Ramoneda y Los Bravu) y dibujos realizados por maestros modernos (Dalí, Joan Miró, Alberto Giacometti, Antoni Tàpies, Tamara de Lempicka y Julio González), una línea que parece que seguirá este espacio en sus próximas muestras.
Esta exhibición, abierta hasta el 20 de enero de 2020, toma su título de un verso de Wallace Stevens (Un poema es un faisán) y precisamente hace referencia a la belleza esquiva de la poesía, emparentándola con la de la pintura. Por un lado, nos ofrece una panorámica representativa de la pintura española actual, a través de nombres que cuentan ya con reconocimiento o empiezan a tenerlo; por otro, y a modo de contrapunto, nos permite contemplar trabajos en papel de los que son maestros de muchos de esos autores jóvenes. A través de ellos se hace referencia a la historia y el legado de la galería.
Juncosa ha subrayado la aventura que supone exponer pintura actual hoy, en tiempos de multidisciplinariedad, pese a la incontestable vigencia de esta técnica: Todos los artistas aquí reunidos exploran en su trabajo, con lenguajes y estrategias diferentes, cuestiones poéticas, considerando la práctica artística como un medio de conocimiento en sí y como una forma de indagación metafísica. Todos entienden la pintura como algo instrumental y no como un fin en sí mismo, superando antiguos debates sobre la posibilidad de una pureza de la pintura, algo que representaba el monocromo minimalista. Además de pintar, estos artistas pueden hacer cerámicas, cómics, esculturas, fotografías o películas (…). La persistencia del dibujo y de la pintura, en una época de eclosión de las nuevas tecnologías y del arte espectáculo, puede resultar sorprendente. Además, la pintura en nuestro país tiene hoy un aire clandestino, ignorada mayormente por las instituciones públicas, cuya fuerza para imponer discursos se demuestra sin embargo escasa frente a la mera existencia irreducible de un medio con tanta historia.
Y Jorge Alcolea, responsable de ambas galerías homónimas, dice afrontar este reto catalán con ilusión: La Galería Jorge Alcolea – Nonell será a partir de ahora un espacio de encuentro entre los más importantes exponentes del arte contemporáneo, sin olvidar a los grandes artistas modernos que mi padre expuso en estas mismas salas. Hay que recordar que fue Alfonso Alcolea, junto a Teresa Albero, quien en 1973 puso en marcha la Sala Nonell, donde se ha expuesto la obra de Mariano Fortuny, André Masson, Grau Sala, Picasso, Juan Gris y también, ya en exhibiciones colectivas, de Santiago Rusiñol, Joaquin Mir o Ramón Casas. Su nombre tuvo que ver con el protagonista de su inauguración: Alcolea logró que se autorizara, por primera vez, la salida del actual MNAC barcelonés de una treintena de obras de Isidro Nonell para la ocasión.
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