Tras impartir el tradicional taller de artes plásticas en Villa Iris para los creadores seleccionados, Joan Jonas presenta, desde el viernes pasado en la Fundación Botín, una instalación multimedia inédita, Caudal o río, vuelo o ruta. La ha llevado a cabo específicamente para los espacios de esta institución y ahonda en asuntos que han sido fundamentales en la trayectoria de esta artista neyorquina, casi una sacerdotisa en los ámbitos de la performance, el cine experimental y la vídeo-instalación.
Profundiza en los vínculos complejos entre el ser humano y la naturaleza (una naturaleza frágil en nuestras manos) a partir de sus viajes recientes y de su descubrimiento del medio ambiente de Cantabria y de sus pueblos: ha viajado por el valle del Nansa, las cuevas prehistóricas de Altamira, el Castillo y las Monedas o el Jardín Botánico de Puente San Miguel, y su experiencia y las reflexiones que le ha generado han derivado en dos vídeo proyecciones, un conjunto de dibujos en tinta sobre papel y varios dibujos murales que ha ejecutado sobre paredes multicolor.
Junto a Caudal o río, vuelo o ruta, pueden verse en Santander hasta el 31 de diciembre vídeos que documentan cinco de sus performances fundamentales en los últimos quince años: Lines in the Sand, The Shape, The Scent, The Feel of Things; Reading Dante III; Reanimation y They Come to Us without a Word II, la más reciente, realizada entre 2015 y 2016.
La primera video instalación específica que forma parte de la muestra de la Fundación Botín se compone de una serie de imágenes captadas en los últimos viajes de Jonas: encontramos suelos de mosaico en Venecia, aves enjauladas en Singapur, el cementerio de Génova, las secuoyas de California y, cómo no, varias especies arbóreas de Cantabria. Frente a estas imágenes, Jonas realiza una performance vestida con un sombrero, unas gafas de sol, un vestido y unas chaquetas de papel.
La segunda revela un experimento en el que cuatro participantes en el Taller de Artes Plásticas de Villa Iris interactúan con los paisajes del valle del Nansa. La narración visual se completa con 26 dibujos realizados en tinta sobre papel japonés y por una serie de 14 coloridos dibujos murales de pájaros.
EL CUEPO COMO VÍA PARA CREAR OBJETOS
Joan Jonas dio sus primeros pasos como performer bajo la influencia de Claes Oldenburg, Yvonne Rainer o Simone Forti, sirviéndose de esta disciplina para incorporar a su trabajo el sonido y una dimensión espacio-temporal que alude al cine, a la danza y al teatro.
Los viajes han tenido también especial incidencia en su obra, entre ellos los que realizó en los sesenta a Creta para asistir a una boda tradicional y al sudeste de Estados Unidos, donde pudo ver una danza de la serpiente del pueblo Hopi.
Un posterior viaje a Japón, ya en los setenta, le permitió familiarizarse con el teatro Kabuki y el Noh, otra influencia decisiva para ella desde entonces. En general, tanto en la boda griega como en la danza de los Hopi o el teatro japonés encontró Jonas una conexión con la naturaleza más potente que la de su cultura más cercana.
Desde mediados de los noventa, y tras la retrospectiva que le brindó en 1994 el Stedelijk Museum de Ámsterdam, Jonas se decidió a escenificar de nuevo sus performances anteriores introduciendo en su nueva puesta en marcha objetos y vídeos. El resultado fue la creación de sus primeras instalaciones. Dos décadas antes había comenzado a servirse del vídeo como herramienta para documentar las acciones que realizaba en su estudio, en las que solía abordar cuestiones como la identidad y la imagen, lo revelado y lo oculto (de ahí la presencia de espejos en muchos de sus proyectos) o la validez del empleo artístico del cuerpo, que ella a veces cubre con vestidos blancos para convertirlo en pantalla.
A la hora de referirnos a la producción de esta artista americana resulta fundamental también hablar de literatura, sobre todo de Borges, en quien Jonas ha confesado inspirarse a menudo, pero también de textos de Dante, Aby Warburg o los hermanos Grimm.
Vídeo, performance…y dibujo. Desde los comienzos artísticos de Jonas, este ha jugado un papel fundamental, tanto como formato en el que actuar como entendido a modo de registro en el que representar el espacio-tiempo. Ha dibujado directamente sobre papel, pizarra, pared, caballete, pantalla o suelo, pero también a través de pantallas en un retroproyector o de una cámara de vídeo. El dibujo se acumula o desaparece cuando la artista rasga o arruga el papel, o cuando borra la marca de tiza de la superficie negra del encerado.
Hacía nueve años que la artista, que representó en 2015 a Estados Unidos en la Bienal de Venecia, no exponía en España. Entonces el MACBA le dedicó una antología.
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