Giotto, l’Italia

Trece obras del pintor se exponen en el Palazzo Reale milanés coincidiendo con Expo Milano 2015

Milán,

Coincidiendo con los últimos compases de Expo Milano 2015, que finalizará el último día de octubre, el Palazzo Reale de la ciudad acoge desde mañana y hasta el 10 de enero de 2016 una histórica muestra dedicada a Giotto di Bondone. Es el resultado de un proyecto académico preparado por Pietro Petraroia y Serena Romano, que son también comisarios de la exposición, y no se presenta en este centro por casualidad: fue en las galerías de este Palacio, en la etapa de Azzone Visconti, donde Giotto pintó su última obra: unos frescos que no se han conservado.

Giotto. Polittico Stefaneschi
Giotto. Polittico Stefaneschi

 

La muestra se titula significativamente “Giotto, l’Italia“ y han colaborado en su organización los directores de los museos e instituciones religiosas italianas que custodian obras de Giotto, como los Museos Vaticanos, la Gallerie dell’Accademia, los Uffizi, la Pinacoteca Nazionale de Bolonia, el Polo Museale de esa ciudad y de Emilia Romagna, la Dirección de Bellas Artes de Florencia, Pistoia y Prato y la de Venecia, Belluno, Padua y Treviso, el Musei Civici agli Eremitani de Padua, el Museo Diocesano de Santo Stefano al Ponte de Florencia o la Archidiócesis de esa ciudad, a los que también se ha sumado el San Diego Museum of Art de California.

El proyecto hace hincapié en el carácter casi revolucionario que en su tiempo tuvo la pintura de Giotto, considerado por algunos el alter ego de Dante Alighieri en el campo de las artes plásticas. Trabajó para Cardenales, órdenes religiosas, banqueros, e incluso para el rey de Nápoles, dejando su impronta en numerosas ciudades italianas y ejerciendo un enorme poder de atracción e influencia sobre las escuelas locales.

Giotto. Polittico Stefaneschi
Giotto. Polittico Stefaneschi

En el Palazzo Reale pueden verse trece obras, todas inéditas en Milán y nunca presentadas antes unidas en una única muestra. A través de ellas podemos seguir cronológicamente los viajes de Giotto durante sus cerca de cuarenta años de trayectoria. En primer lugar se ehiben sus trabajos de juventud, como la Maestá de Borgo San Lorenzo o la Madonna de San Giorgio alla Costa, representativos del periodo en el que permaneció activo en Florencia y Asís. Tras ellos encontramos su núcleo de obras para Badia Fiorentina, con el políptico del altar mayor como eje; en torno a él se han dispuesto los fragmentos de decoración al fresco que lo rodeaban.

A continuación veremos el panel con Dios Padre entronizado de la Capilla de los Scrovegni y diversos documentos relativos a su fase paduana, así como el fantástico políptico de doble cara para la iglesia florentina de Santa Reparata y el políptico Stefaneschi que realizó para el altar mayor de San Pedro, ambos con claras conexiones estilísticas.

El recorrido de la muestra finaliza con sus obras maestras: sus pinturas del altar de Bolonia, que llevó a cabo cuando se proyectaba el regreso a Italia de la corte papal de Avignon, y el retablo Baroncelli, ejecutado para la capilla del mismo nombre en la iglesia de Santa Croce, que se reunirá en la exposición con la pieza que fue su cúspide: la representación del Padre Eterno del San Diego Museum.

Gracias a una estupenda utilización de las nuevas tecnologías y la fotografía ultravioleta, la exposición se completará con la experiencia de contemplar en detalle los frescos que Giotto pintó para las paredes de la Capilla Peruzzi, en la iglesia de la Santa Croce de Florencia. Este ciclo resultó gravemente dañado por repintes y restauraciones inadecuadas y ha sido recientemente intervenido con el apoyo de la Universidad de Harvard.

Si tenéis ocasión de contemplar esta muestra milanesa, en cualquiera de las obras de Giotto fijaos en los profundos pliegues de sus ropajes, en la búsqueda de simetría en las composiciones y en los intentos del artista por lograr una percepción espacial de las figuras. También en el trabajo de las superficies, de las ornamentaciones cosidas a los ropajes y de las transparencias de algunos de ellos.

En el caso de las aureolas, éstas no solo superan en tamaño a las de pintores anteriores, sino que también ofrecen cierta consistencia material, tapando lo que se encuentra detrás, acentuando la sensación de espacio pero sobre todo convirtiendo dichas aureolas en materia terrenal: se avanzaba una nueva idea de la pintura, más desprendida de consideraciones religiosas.

Giotto. Polittico Baroncelli
Giotto. Polittico Baroncelli

 

 

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