Gema Rupérez y la democracia imperfecta

La artista muestra en Turín una selección de trabajos recientes

Turín,

Cuando fichamos, hace tres años por estas mismas fechas, a Gema Rupérez, esta artista zaragozana nos contaba ya que su obra parte del entorno más cercano, tanto en cuanto a temas como en materiales, porque nada le interesa más que observarnos en nuestra vulnerabilidad y nuestras contradicciones diarias: se fija en las incertidumbres y la inestabilidad con la que día a día convivimos, en los continuos cambios a los que estamos sometidos y en la precariedad, no necesariamente material pero sí interior, que es común a todos. Aunque naveguemos sin excepción en esas aguas que nunca son tranquilas, a Rupérez le importan fundamentalmente los más próximos a naufragar: el centro de su obra lo dedica a los individuos y las ideas que quedan en los márgenes, ajenos al progreso y la comodidad, por eso dos de sus mejores instalaciones estaban dedicadas a los desempleados: Lens Culinaris e Índice de flotación nos hacían pensar, en los años más crudos de la crisis, en las implicaciones más vitales de las cifras negras del paro.

Gema Rupérez. Espacio personal, 2017
Gema Rupérez. Espacio personal, 2017

Aunque en sus inicios trabajó fundamentalmente sobre papel y no ha abandonado el dibujo, con los años Rupérez se ha sumergido cada vez más en las tres dimensiones con el objetivo claro de acercarse a esa realidad cotidiana que es la fuente de sus reflexiones, de ahondar en la representación artística de las desigualdades sociales, la incomunicación o las tensiones generadas por la economía mercantilista y la burocracia mediante objetos sencillos, recursos austeros pero expresivos.

Tras obtener recientemente una de las becas concedidas por ENAIRE en la feria JustMAD, la beca de estudio Ramón Acín de la Diputación de Huesca o el Premio de Artes Plásticas de la Fundación Ramón J. Sender y la UNED de Barbastro, la artista presenta, hasta el 24 de noviembre en la Galleria Opere Scelte de Turín, el proyecto “Democracy is not perfect”, un compendio de trabajos de diversas disciplinas en los que de nuevo se refiere a la dificultad de nuestra supervivencia en una sociedad compleja y competitiva que deja en el camino a los que no se adaptan a sus velocidades. En sus piezas el contenido social crítico no se ve empañado por la belleza estética, ni al revés: desde sus comienzos viene manejando Gema lenguajes sutiles a la hora de abordar asuntos tan espinosos como esas desigualdades sociales, el machismo y lucha por la paridad, el respeto por las esencias humanas o la conjunción de moralidad e información en los medios, todos presentes en las obras que ahora exhibe en Italia. En muchas de ellas propone al espectador acercarse a su entorno desde enfoques distintos a los acostumbrados: intentar desprenderse de sus esquemas de siempre a la hora de mirar para encontrar realidades ajenas a las hegemónicas, problemas sin resolver que merecen atención y diferencias soterradas entre los cambios deseables y los indeseados.

Los trabajos expuestos en Turín se fechan entre 2015 y este mismo año y los ha elaborado con materiales muy diversos, pero siempre cercanos: envoltorios de dulces, comida, papel o el mismo aire. Componen instalaciones o aparecen en vídeos, fotografías y diseños en los que, del mismo modo que no se opone a la belleza, la intención crítica tampoco entra en contradicción con el optimismo, la ironía y el hallazgo de lírica en realidades que pueden ser tenebrosas.

Gema Rupérez. Be a hero
Gema Rupérez. Be a hero, 2016

Así, en Be a hero una máquina expendedora nos facilita la posibilidad absurda de sentirnos como tales por el viejo procedimiento del disfraz. Se ríe en este caso del rango adquirido por el mito del héroe en el inconsciente colectivo y también de la actual comercialización de supuestas opciones de ocio épicas, pero también nos da la oportunidad de desarrollar una acción positiva mientras tratamos de engrandecernos artificialmente: comprando un antifaz -todos están numerados y sellados- estaremos colaborando con ACNUR. Pero que nadie se llame a engaño, como antihéroes de a pie: solo sabremos de nuestra ayuda al tener el antifaz en nuestras manos; la solidaridad no es tal.

En Many Things alude a la frase célebre, y cínica, de Groucho Marx There are many things in life more importans than money, but they costs so much, que ella escribe en plata, y en Stop Trying nos enseña un helado mordido en proceso de descomposición junto al lema Deja de buscar. Esta, y algunas otras piezas que muestra en Turín, pudimos verlas hace tres años en la Twin Gallery madrileña, en el marco de la exhibición “Corriente alterna”, y se refieren de forma muy evidente a esas transformaciones sobre las que no ha dejado de reflexionar desde entonces: los cambios que no afectan a todos por igual ni al mismo ritmo, lo efímero de lo que se posee por más delicioso que parezca, la ambivalencia de nuestro deseo y nuestra desafección por lo material.

Gema Rupérez. Stop Trying, 2015.
Gema Rupérez. Stop Trying, 2015

También pudimos contemplar entonces, y ahora en Opere Schelte, su serie Transformadores, en la que cobra gran importancia el soporte: partiendo de imágenes de esos objetos, convertidos en paradigma del poder de los avances tecnológicos, planteaba reflexiones y paradojas sobre la originalidad de la obra única al comparar aquellos con la magia del papel de calco de nuestra infancia, el que prácticamente dejamos de usar cuando compramos impresoras. También se expone el vídeo más reciente Espacio personal, en el que dos globos rosas que componen una atractivísima escena… se están disputando, realmente, el poder del pequeño cubículo que habitan, porque son iguales y no enemigos, pero ambos no caben.

 

 

 

“Democracy is not perfect”. Gema Rupérez

GALLERIA OPERE SCELTE

Vía Matteo Pescatore 11/d

Turín

Del 31 de octubre al 24 de noviembre de 2018

 

 

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