Hitchcock, Truffaut, el cine, el arte y el entretenimiento

01/04/2016

Hitchcock/TruffautAlgo cambió en todo profesional del cine el día que se cruzó con él. Lo reconoce Kent Jones, y también Martin Scorsese, Olivier Assayas, James Gray, Richard Linklater, Wes Anderson o David Fincher. Hablan de El cine según Hitchcock, el volumen de conversaciones entre François Truffaut y el director de Psicosis que se publicó en 1966 y que no ha perdido vigencia desde entonces para los profesionales y aficionados a este arte, no solo como libro de cine, ni siquiera como compendio de los recursos del inglés para manejar a sus actores y manejarnos a los espectadores poniéndolos en vilo obra tras obra, sino como tratado valiosísimo y entusiasta de  maneras de mirar, de filmar.

Truffaut decidió iniciar estas entrevistas, que duraron ocho días, cuatro años antes de que se publicaran, cuando Hitchcock era ya un cineasta maduro que afrontaba su última etapa y el francés un director novel muy prometedor con escasas películas en su haber y bastantes críticas publicadas en Cahiers du Cinema. Sentía devoción por el inglés, para él el mejor director del mundo, y no entendía como la crítica estadounidense, a la que él comenzaba a presentar sus películas, y también parte de la francesa, restaban carácter artístico al cine de Hitchcock, considerándolo más bien como un ejercicio raro y virtuoso de entretenimiento.

El cine según Hitchcock reivindica al mago de Vértigo, y también de algún modo al propio Truffaut, capaz primero de hacer llorar a aquel cuando le escribió para solicitarle la entrevista (a Hitchcock le preocupaba y entristecía que su cine se entendiera solo como juego interesante) y después de extraer de él incontables enseñanzas. El resultado podemos considerarlo como una pieza cinematográfica al alimón, una obra autónoma en la que ambos explican sus intereses. La documentación del proceso de sus conversaciones también fue brillante: los fotografió nada menos que Philippe Halsman.

En el documental Hitchcock/Truffaut que hoy se estrena en cines, imprescindible para cualquier aficionado al género, podremos disfrutar de registros sonoros de la entrevista y de un resumen didáctico de sus frutos acompañado de los planos y secuencias de la filmografía de Hitchcock en los que lo contado tiene aplicación. Resulta un complemento brillante a la lectura del texto y cuenta, además, con los testimonios de homenaje al inglés, a Truffaut y al libro, de grandes cineastas de hoy.

Como hizo el director de Los 400 golpes, ellos le conceden a Hitchcock el papel de maestro y casi símbolo y tótem del cine desde la segunda mitad del s XX, y lo tratan, por fin, como artista por su capacidad para emocionar; lo dice Assayas: el cine es un arte y nosotros somos artistas.

Comentarios