Si algo define el trabajo de Eugenio Ampudia es su involucración con el entorno, y la investigación, siempre desde un enfoque crítico y abierto, de los procesos creativos y del papel del artista como gestor de ideas, generador de significados y, a veces, agente político. El vallisoletano también ha explorado las estrategias que sustentan la existencia de toda obra de arte: su producción, promoción y contemplación y la capacidad de generar experiencias en los espectadores.
Si hace unos meses nos sorprendía con la presentación en el Museo Nacional de Artes Decorativas de un proyecto en el que exploraba la idea de tiempo finito, en relación sobre todo con el propio arte y con el sistema articulado en torno a él, a partir del 5 de febrero mostrará en el espacio Abierto x Obras de Matadero Madrid una intervención titulada Cada palabra es como una innecesaria mancha en el silencio y en la nada.
La frase está tomada de Samuel Beckett, quien la pronunció en 1969 en referencia a su propia obra literaria, y sus referencias paradójicas a la belleza de lo decadente y al sentido del existencialismo las retoma Ampudia en este proyecto, para el que ha diseñado una alberca de agua oscura en la que se refleja la sala quemada de Abierto x Obras y se reflejarán también los visitantes que por allí pasen.
La intervención se ha concebido específicamente para este espacio, la cámara frigorífica del matadero, y dialoga no sólo con su arquitectura, también con su contexto: se nos propone una reflexión sobre los procesos de comunicación de los que hoy nos servimos, sobre si las nuevas tecnologías favorecen o dificultan el contacto y sobre si podemos considerar que el flujo de comunicación es libre o no. Ampudia se ha servido del libro Micropolítica. Cartografías del deseo de Félix Guattari y Suely Rolnik para preguntarse si existe o no miedo a las redes, a las comunidades virtuales o no, y si las estructuras democráticas ganan o pierden consistencia más allá de los gobiernos, en la subjetividad de grupos e individuos.
Un poco antes de que se inaugure esta muestra de Eugenio Ampudia en Matadero, la artista urbana Nuria Mora llevará a cabo, desde hoy y hasta el día 5 en la Casa del Lector, una intervención sobre los paneles de la Espina de este centro como parte del ciclo De camino a Bolaño.
La madrileña se ha inspirado en el cuento La biblioteca de Babel escrito por Jorge Luis Borges a la hora de plasmar su idea de una biblioteca universal a partir de un lenguaje geométrico basado en el juego entre color y espacio.
El montaje de esta obra, que también lleva por nombre La biblioteca de Babel, durará cuatro días y puede ser seguido por el público desde hoy.
A finales de 2014, Mora mostró en la Galería Astarté intervenciones site-specific y diseños de 8 kilims realizados para DAC RUGS que rompían las fronteras (las que pudiera haber) entre arte y diseño.
