NOMBRE: Rodrigo
APELLIDOS: Martín
LUGAR DE NACIMIENTO: Langreo, Asturias
FECHA DE NACIMIENTO: 1986
PROFESIÓN: Artista
La idea de sumar a Rodrigo Martín a esta sección la hemos tenido a raíz de su actual exposición en la Galería Aspa Contemporary, donde hasta el 20 de octubre presenta “Cuadratura”, una muestra dominada por la geometría y el color y formada por piezas que, individualmente y en su relación con el espacio, este artista asturiano ha concebido como desafíos formales, como retos derivados de la asimetría generadora de tensiones y de su deseo de alejarse de referentes externos en la representación.
Pero podíamos (debíamos) haberlo fichado antes: Rodrigo lleva presentado muestras individuales desde 2007 en diversas salas, fundamentalmente asturianas, entre ellas la Sala Borrón y la Galería Dasto de Oviedo o la Galería Gema Llamazares de Gijón, donde el año pasado presentó “La Fobia, El Culto, El Dogma”, tras incorporarse a su nómina de artistas. También en 2017 llevó “Acto Abstracto”, otro proyecto del que luego hablaremos, a la mencionada Sala Borrón ovetense y a la Sala Miquel Barceló de Felanitx.
Desde 2011 ha participado, además, en ferias como la británica The Affordable Art Fair, ART MADRID o la Feria de Arte de Oviedo y, entre sus galardones, figuran el I Premio de Grabado “Múltiple Universitario” de la Universidad del País Vasco (2006), el Premio StripArt’10, acompañado de una exposición en la Galería SETBA barcelonesa; un accésit en el Certamen de Artes Plásticas ArtNalón, también en 2010 o el primer premio en el II Certamen de Pintura Ciudad de Felanitx, en 2016. El año pasado fue seleccionado en la 28ª Muestra de Artes Plásticas de Asturias. Hablando de la Universidad del País Vasco, allí, y en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, fue donde Martín obtuvo su licenciatura en Bellas Artes, que completó con un Máster en Creación Artística, sobre realismos y entornos, en el centro barcelonés, y con un doctorado, en curso, que dedica a la pintura abstracta española. Seguramente muchos lo conozcáis, también, como creador y director de Pentimento, una academia de dibujo y pintura en Madrid que inició su andadura hace cuatro años.
Como siempre, hechas las presentaciones, preguntamos a Rodrigo por el cuándo y el porqué de sus inicios como artista: De manera profesional, comencé mi carrera de Bellas Artes en Bilbao (Universidad del País Vasco) terminándola en la Universidad de Barcelona a través de una beca Séneca; seguidamente realicé un Master de Creación Artística especializado en pintura en la misma Universidad.
No tengo un porqué muy definido, únicamente he ido trabajando e intentando mostrar mi obra. Una cosa te va llevando a la otra y cuando te das cuenta, vas llevando tu trabajo a más y más sitios.
Realicé algunas exposiciones tanto individuales como colectivas en Barcelona, pero la verdadera actividad y contacto con el trabajo de artista lo comencé una vez regresé a Asturias, por una temporada, donde comencé a trabajar como artista para la Galería Dasto de Oviedo. Este comienzo me hizo también relacionarme con otras galerías, como es el caso de El Arte de lo Imposible de Gijón, con la cual pude mostrar mi obra en Londres, en la Feria Affordable.
A partir de ese momento voy entrando más en el círculo del arte y colaborando con más galerías y más proyectos hasta hoy. Actualmente resido y trabajo en Madrid, donde tengo mi estudio.
Y en Madrid ha continuado Rodrigo sus estudios sobre los dos elementos básicos de la pintura que vienen siendo también el eje de su obra: el color y la forma. A partir de ellos viene desarrollando una búsqueda de lo esencial en el campo pictórico, sirviéndose de sensaciones y experiencias propias a la hora de generar relaciones cromáticas pero sin recurrir, en ningún momento, a lo anecdótico. Nos explica sus intereses: Intento explorar todas las variantes del plano y cómo este se relaciona mediante el color, intercalando diferentes soluciones, como pueden ser los solapamientos, los degradados o la línea, ya sea recta o curva.
Trato de conseguir la forma más concreta posible y que, al mismo tiempo, entre las partes que forman la obra se produzca una tensión intencionada que haga que el cuadro adquiera un interés plástico.
Comienzo a trabajar con papel e intento comprender primero a modo tridimensional como se comportan las formas que posteriormente intento llevar al cuadro. Fundamentalmente trabajo sobre colores primarios, los cuales voy estirando a través de sus mezclas y sus diferentes tonalidades.
Sus referentes son pintores abstractos, pero no solo los ligados a la abstracción postpictórica o a la geométrica como podríamos pensar. Y no todas sus fuentes, como nos explican la mayoría de nuestros fichados, son meramente plásticas: Mi obra surge a raíz de muchísimas influencias, en algunos casos más concretas y en otros más personales, o poco relacionadas con el arte. Mis referencias principales son artistas americanos enmarcados en dos tipos de abstracción. Por un lado, los expresionistas abstractos como Robert Motherwell, Clyfford Still o Rothko, de los que extraigo el tratamiento de la forma y el color. Por otro lado, los artistas más relacionados con la geometría, como puede ser el caso de Frank Stella, Joseph Albers o Ellsworth Kelly.
Alfredo Aracil va más allá de esas influencias en la interpretación de su producción: encuentra ecos más cercanos (la representación del espacio traumático de lo no-representable: de lo tenebroso en los maestros antiguos a la ansiedad en Saura o, también, a las fugas y corrimientos de Palazuelo) y una tendencia a sumar, el dinamismo (se intuye la promesa de un movimiento por desplegarse. Un impulso-poético, un soplo-haz: la proyección de figuras y fragmentos que devienen otras, al tantear nuevas posiciones y trascender las convenciones espaciales fijadas por la ortodoxia americana, haciendo de la reunión de las partes con el todo un objeto entre lo bidimensional y la ilusión de volumen, casi una escultura).
Aunque su campo fundamental de trabajo es la pintura, también ha desarrollado Rodrigo obra gráfica. Y tampoco descarta ni grandes ni pequeños formatos: Trabajo principalmente con pintura acrílica debido a su rápido secado; me permite trabajar con más fluidez y conseguir la inmediatez necesaria para el tipo de obra que realizo. Suelo trabajar principalmente en lienzo/tela en formatos variados, dependiendo del tipo de trabajo o de cómo lo quiera presentar. Combino tanto lienzos de gran formato como piezas pequeñas, del tipo 20 x 20 centímetros.
Otro de los formatos que me interesa mucho trabajar es el papel, ya sea mediante la pintura directamente o a través de la serigrafía. Siempre incorporo algo de obra en papel en todas las series que realizo. Me gusta el formato y el material: es más manejable y manual y, al mismo tiempo, te obliga a pensar de manera diferente a como se piensa cuando se trabaja en un lienzo.
En alguna ocasión también he realizado intervenciones en pared, sacando las formas del límite del lienzo y pintándolo a mayor escala.
A la hora de contarnos los principales proyectos en los que hasta ahora ha trabajado también habla de retos, como ocurre con sus obras individuales. Comienza citando el que el año pasado presentó en la Sala Borrón, “Acto Abstracto”, tras resultar seleccionado en la XVIII Muestra Artes Plásticas del Principado de Asturias: Digo reto por el hecho de tener que pensar una exposición desde cero, realizando un proyecto expositivo coherente y que funcione bien en la sala de exposiciones. En este caso fue la primera vez que incorporé la pintura mural junto a los cuadros; interviniendo directamente sobre la pared de la sala. Lo cual me dio una nueva perspectiva en cuanto al desarrollo de mi obra. No es la única razón por la que 2017 fue para Martín un buen año: Me incorporé a la Galería Gema Llamazares de Gijón, con la que he podido exponer mi obra en la Feria de Arte de Oviedo, al tiempo que en diciembre de 2017 realicé mi primera exposición individual allí, “La Fobia, El Culto, El Dogma”. En este caso también pude combinar una obra ya muy cercana al minimalismo con la intervención mural en la galería.
El año anterior presentó su primera monográfica en Mallorca, tras recibir el Premio de Pintura Ciudad de Felanitx, y en 2014 había participado en ART MADRID, de la mano de la Galería BAT Alberto Cornejo (era su primera vez en una feria madrileña destacada).
Actualmente son dos los escenarios madrileños donde podemos contemplar su trabajo: en la exposición dedicada a la 28ª Muestra de Artes Plásticas de Asturias que se presenta en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid (donde expone junto a Tania Blanco, Covadonga Casado; Marina Heredia; Noemi Iglesias y Mario M. Martínez) y en “Cuadratura”, la exhibición en Aspa Contemporary que mencionábamos al principio y que es su primera individual en la capital. Sobre ella nos cuenta: Presento una serie de obras que para mí suponen un paso importante en mi trabajo, ya que son las de carácter más minimalista hasta ahora. Pensar y desarrollar una exposición entera adaptada al espacio de la galería ha sido un reto importante también.
Conoced mejor a Rodrigo y sus respuestas a los desafíos del color y la forma en www.rodrigomartin.net/