APELLIDOS: Watanabe
LUGAR DE NACIMIENTO: Lima. Perú
FECHA DE NACIMIENTO: 1983
PROFESIÓN: Artista
Si hacéis memoria, quienes hace dos años por estas fechas visitasteis Matadero Madrid pudisteis sorprenderos con la videoinstalación El Péndulo, que exploraba nuestros mecanismos para dar forma a nuestra identidad individual y a la colectiva a partir de textos sagrados de las tres grandes religiones monoteístas. Su autora era Maya Watanabe, artista peruana que actualmente reside en Madrid y Ámsterdam y que desde hace más de una década ha participado en numerosas muestras en España e internacionalmente.
Ha formado parte de colectivas en espacios como la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, La Casa Encendida, el Círculo de Bellas Artes, los espacios de Fundación Telefónica en Lima y Buenos Aires, Espacio Líquido, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander, el Museo de Arte de Lima, el Palais de Tokyo de París, el Centro de las Artes de Sevilla o CentroCentro Cibeles, y sus individuales han tenido lugar, además de en Matadero, en centros como la Livia Benavides Gallery y la Sala Luis Miró Quesada Garland de Lima, el Templo del Qorikancha de Cuzco, el Centro Cultural de España en Miami o la citada Fundación telefónica limeña.
En su nutrido currículum figura además su selección para citas como Intervenciones TV – Madrid Abierto 08, el Certamen Jóvenes Artistas de INJUVE en 2009, Generación 2012, la 13 Mostra Gas Natural del MAC coruñés y el 19º Festival Internacional SESC_VIDEOBRASIL.
Os hablábamos de El Péndulo y su estudio sobre la formación de la identidad, y precisamente este asunto, el de la identidad y nuestra concepción de la misma, o nuestros procedimientos para darle forma a través de la memoria y las imágenes, es uno de los temas que más ha interesado a Maya desde sus comienzos, abordándolo desde enfoques variados y en evolución según va ahondando más en él.
La artista trabaja únicamente en vídeo, en proyectos que transitan entre lo cinematográfico y lo puramente artístico: incorpora referencias y metodologías del lenguaje fílmico (fragmentos de audio; el uso de la palabra como texto y como imagen, en guiones y subtítulos, respectívamente; los actores), pero la gestación intelectual de sus proyectos se mueve en los parámetros de las artes visuales. Concibe sus trabajos como un territorio de investigación nacido de la formulación constante de preguntas y del esfuerzo, también constante, por intentar responderlas.
Nos cuenta que distingue en su producción dos líneas de trabajo: una donde prevalece la palabra y la presencia “casi escénica” de un actor; y otra donde se erradica la palabra y el actor. La primera trata de darle forma al concepto de identidad como algo maleable y flexible; y la segunda, a la memoria.
Entre sus proyectos más interesantes podemos citar Escenarios (2014), que presentó en Livia Benavides: un ciclo de cuatro bucles de imágenes en 360º que aluden a la historia reciente de Lima y que provocan, a conciencia, toda una sinfonía de asociaciones entre lo personal o biográfico y lo político.
Lo interior y lo exterior también se funden en las tres tomas fílmicas de cuatro minutos de duración que componen El contorno (2011), una coreografía verbal desarrollada por actores en un único escenario que carece de referencias espaciales y que nos lleva a reflexionar sobre el lugar físico que ocupan nuestros cuerpos, sobre si son las coordenadas espaciales las que determinan nuestros movimientos y sobre si estas se desvanecen cuando morimos.
Bajo el título de Abrasis (palabra inventada nacida de la unión de abra -fisura surgida de movimientos sísmicos- y sis –acción, proceso de formación), Maya desarrolló en 2009 un vídeo basado en la recomposición de notas de audio de varias películas en el que dos actores de físico parecido interpretan simultáneamente dos papeles distintos. Los separa una línea divisoria planteada como fisura a veces indistinguible que no impide su conexión. Un año antes había realizado Aphanousia, un vídeo en el que también utilizaba notas de audio de varios filmes en el que una única actriz encarnaba diversos roles: viuda, esposa e hija. Ese procedimiento ya lo había empleado además en Changeover (2007) y en Autorres (2005).
Para Caso Nominativo descompuso cada una de las palabras que formaban el poema de ese título de Jorge Eduardo Eielson y un coro pronunció simultáneamente cada letra, superponiéndose las personales voces de unos y otros.
Maya nos cuenta qué será lo próximo: estoy trabajando en una instalación de dos canales que son dos planos secuencia coordinados que recorren una maqueta. La maqueta muestra edificios y accidentes geográficos claramente inscritos en un lenguaje escenográfico. Esta pieza la voy a mostrar en el Eye Museum en Ámsterdam en mayo.
Conocedla mejor en su web www.mayawatanabe.com