APELLIDOS: Bettini Loyarte
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1977
PROFESIÓN: Artista
A nuestros fichados solemos preguntarles lo que suponemos que también les preguntan sus padres cuando se deciden a estudiar Bellas Artes: ¿por qué? ¿arte, desde cuándo?, y la respuesta de Gabriela Bettini, una experta en hacer que nos parezcan palpables las emociones, deseos y sueños ocultos entre paredes, es un ejemplo de imbricación de vida y creación: Mi relación con el arte es tan antigua que no me acuerdo cuándo empezó.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense en 2001, Máster en Teoría y Práctica de las Artes Plásticas Contemporáneas por el mismo centro y MA in Fine Art por la University of East London (Beca de la Fundación “la Caixa” y British Council), la madrileña nos explica que durante su etapa de estudiante comenzó a interesarse por el trabajo desarrollado por mujeres artistas y desde una perspectiva de género. Si en un principio sus referencias en este sentido fueron fundamentalmente artistas anglosajonas, en los últimos años Gabriela ha reivindicado la labor escasamente reconocida de autoras españolas y latinoamericanas. Nos cuenta que, aunque sus obras están lejos de sus performances o video performances, sí realiza siempre un ejercicio de sororidad, de apoyo y reconocimiento al trabajo de otras.
La mayor parte de sus creaciones no pertenecen a una única disciplina sino a varias (pinturas o dibujos se combinan con vídeos o con objetos) y resultan difícilmente clasificables: en lo formal son equilibradas, de factura acabada, mesurada, cuidada con mimo -Bettini es una virtuosa del dibujo, un dibujo emocional, como véis en el grafito sobre papel pintado de aquí abajo-, pero una contemplación lenta de los escenarios con los que trabaja revela detalles de expresividad poderosa que escapan del orden aparente: una inquietud latente desafía a quien observa, inmerso en juegos de percepción que le impiden acomodarse.
En las obras de Gabriela no hay lugares neutros, quienes por ellos han pasado han dejado su huella: quedan recuerdos, miedos, obsesiones de sujetos ausentes que vivieron en ellos sus dramas y pasiones. Por muy cotidianos y familiares que resulten, tampoco hay en ellos tierra firme: lo seguro puede volverse efímero, los objetos cambiar su sitio, suelo y techo intercambiar posiciones. Se difuminan lo real y lo simulado, lo que podríamos calificar como “verdad” y lo escenificado.
En sus palabras, mis trabajos más recientes interpretan ciertas estancias, viviendas, sitios de memoria o de excepción en los que han acontecido episodios singularmente intensos (a veces violentos, otras esperanzadores). Se trata de espacios en los que el tiempo ha quedado detenido por un periodo más o menos extenso y en los que se han articulado historias, particulares y colectivas, que han supuesto puntos de inflexión en las vidas de quienes los han transitado.
En mis dibujos y pinturas, la atención se centra casi exclusivamente en los elementos que simbolizan el recorrido entre dos realidades: pasajes, umbrales, corredores e incluso puertos o puestos de frontera. Mi interés en esos enclaves radica en su carácter intersticial y de indefinición, metáfora del estado de liminalidad, apertura y ambigüedad propias de quien en ellos experimenta un cambio significativo o abrupto.
Me aproximo a estos lugares intermediales, activadores de un tipo de memoria involuntaria, con una actitud que huye de las emociones prediseñadas. Al contrario, la intención es observar los espacios, subrayar la terquedad perceptible de las paredes y la manera en que determinadas vivencias y sus rastros quedan inscritos en ellas. También, buscar pequeñas historias irresueltas e inventar formas posibles de abordarlas desde el presente a través de una mirada poética y, a veces, reparadora.
Seleccionada para la Muestra de Arte INJUVE ’05, Premio de Creación Artística de la Comunidad de Madrid en 2007 y finalista del II Premio de dibujo del Museo ABC, Bettini ha presentado sus últimas exposiciones individuales en las galerías madrileñas Asm28 y La Fresh Gallery; en centros argentinos como el Centro Cultural Borges, la Galería Mundo Nuevo y el Museo Evita de Buenos Aires y la Fondation Argentine de París o la Casa de América Latina en Lisboa. También ha participado en numerosas muestras colectivas en Madrid, Londres y Buenos Aires desde 2002.
Para la Comunidad de Madrid desarrolló en 2007 Cuarto y mitad, un proyecto a medio camino entre la instalación y la escultura para el que se sirvió de objetos con un cariz doméstico y muebles, atendiendo a un lenguaje que ha ido dejando de lado con los años pero que retomó, en parte, el año pasado, en la instalación que presentó en la feria argentina ArteBA. Se trata de Almohadas: mostró ocho bordadas con pelo natural junto a dibujos a lápiz o a carboncillo en los que sugería frases o palabras, formadas precisamente por el cabello, que aludían al modo tan aleatorio e inconsciente en el que vienen a la mente los recuerdos.
Entre los proyectos que Gabriela llevó a cabo entre 2007 y 2014, entre Cuarto y mitad y Almohadas, podemos citar La casa despojada (2011), una acción filmada en un vídeo de doce minutos de duración que se desarrolló en una casa de campo familiar próxima a la ciudad de La Plata, en Argentina, en la que, en 1977, durante la dictadura militar en ese país, cuatro personas de identidad desconocida para la artista fueron asesinadas por el ejército.
Gabriela dio vida al lugar, dejó entrar el aire en él y dispuso en sus paredes dibujos que representaban, con intención reparadora y resultados evocadores, muebles y objetos. La madrileña nos cuenta que fue una intervención efímera sobre los muros desnudos y acribillados, en un intento imposible por devolverle al lugar cierta calidez y un sentido de hogar.
Podemos decir que este trabajo representa otra de las líneas de trabajo de Bettini: la que estudia la noción de posmemoria a través de los espacios, la vía para representar sucesos dramáticos pasados mediante la fotografía o el vídeo desde la perspectiva de la generación siguiente a quien los padeció.
Por centrarse en el valor de los espacios como productores y contenedores de recuerdos y por explorar la noción de memoria manejada por Walter Benjamin (la función de la memoria consiste en proteger las impresiones; el recuerdo mira a su disolución. La memoria es conservadora esencialmente, y el recuerdo en cambio es destructivo), La Casa Roja (2013) se acerca algo más a los proyectos recientes de Gabriela. Consta de varios dibujos realizados con cera y de un vídeo entre el ensayo y el documental que llevó a cabo durante un viaje a Alemania y la República Checa siguiendo los pasos de Hannah Arendt. La filósofa huyó a este último país tras el asentamiento del nazismo en 1933 y Bettini presenta aquí “textos, mapas y personas que fui encontrando en el camino y que aportaron pistas para acceder a un tiempo y un lugar determinantes en la vida de la pensadora”. El título de La casa roja, que pudo verse en La Fresh Gallery y en la Galería Mundo Nuevo, se refiere a una vivienda dividida en sí misma por la frontera entre ambos países en la que se refugiaban los prófugos. La artista no pudo entrar a ella, pero sí intentó recrear lo que suponía estar “dentro” de estancias entre dos tierras, el vacío, la vigilancia.
Concibe sus vídeos, y éste es un ejemplo, como documentales de creación en los que intenta subrayar las distancias incómodas existentes entre la historia oficial y los recuerdos individuales, los relatos personales.
A estas alturas seguro que os hemos dejado con ganas de seguir vosotros los pasos de Gabriela Bettini, de descubrir su particular imaginario. Si vivís en Tarragona estáis de suerte, porque la sede en esa ciudad de la Galería Silvestre mostrará este año el proyecto pictórico y audiovisual en el que la artista está ahora mismo trabajando: Larga distancia, que estará formado por óleos relativos a las migraciones y al cariz poético de la partida, el distanciamiento respecto al origen y la llegada al lugar de acogida, y por un ensayo audiovisual sobre los distintos modos de contemplar el pasado de personas de una misma familia, pero de generaciones distintas, que tuvieron que salir de sus países.
Podéis conocerla mejor en su web, muy completa: www.gabrielabettini.com