NOMBRE: Antonio
APELLIDOS: Guerra Casquero
LUGAR DE NACIMIENTO: Zamora
FECHA DE NACIMIENTO: 1983
PROFESIÓN: Fotógrafo
La última edición de PHotoEspaña, además de por celebrar el vigésimo aniversario de la cita y por su carácter eminentemente global, la recordaremos por la muestra dedicada al primer Premio Internacional de Fotografía convocado por la Mondo Galería, en el que resultó ganador el artista que hoy fichamos, Antonio Guerra, con un trabajo que conjugaba naturaleza y carácter escenográfico.
Antes, Antonio había recibido el primer Premio del Certamen de Fotografía Pancho Cossío del Gobierno de Cantabria (2015), el del Certamen de Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid (2013), el que concede, con el mismo nombre, el Ayuntamiento de Salamanca, en dos ocasiones (2012 y 2009) o el Primer Premio en el Certamen de Arte Joven de Castilla y León (2009). Ese mismo año recibió el de Premio Jóvenes Creadores Ciudad de Ávila y fue ganador del VII Certamen Creación Artística Universidad de Zaragoza.
A ese extenso currículum hay que sumar las becas que este mismo año le han concedido la Fundación Villalar y la Fundació Pilar i Joan Miró (esta última para participar en una residencia en la Casa de Velázquez) y la de Creación Artística del MUSAC, en 2011.
Para completar presentaciones, os diremos que ha presentado muestras individuales en algunos de los más bonitos lugares de Castilla y León, entre otros muchos: ha expuesto en la Galería La Isla y la Plastike Art Gallery madrileñas, el Teatro Calderón de Valladolid, Domus Artium, la Casa de las Conchas de Salamanca, la Colegiata leonesa de San Isidoro, Mediadvanced (Gijón), el Museo Etnográfico de Castilla y León, el Museo de la Tierra de Miranda do Douro o la Fundación Rei Afonso Henriques de Zamora. También ha participado en colectivas en el Outono Fotográfico de Orense, los Encontros da Imagem en Braga, la XXIII Muestra de Arte Joven de la Rioja, la Sala El Brocense, el Museo de León, el Espacio Nuca, la Biblioteca Central de Cantabria, el Festival Pa-Ta-Ta de Granada, FotoNoviembre o el Museo Patio Herreriano.
Y entrando en materia, os contamos que nos gusta el trabajo de Antonio porque recurre tanto a la fotografía como a la instalación para introducir ficción en lo real, relatos inesperados en campos cultivados o nevados, en montañas. Al mismo tiempo modifica nuestra percepción del paisaje, nos invita a reflexionar sobre las huellas humanas en la naturaleza e investiga las posibilidades estéticas de estos espacios.
Como al resto de nuestros fichados, le hemos preguntado cómo fueron sus inicios en la fotografía. Su acercamiento a la cámara fue prácticamente instintivo, empleándola como medio de expresión: El dedicarme al arte ha llegado de una manera natural, son caminos que vas escogiendo por motivación, inquietud e intereses. Siempre he tenido una relación especial con la imagen, lo visual, y al terminar los estudios es cuando hago una reflexión consciente de lo que supone este interés y lo que significa para mí. Empiezo a comprender su potencial para relacionarme con el mundo y mi necesidad de comunicar o expresar determinadas inquietudes.
Mi primer acercamiento al mercado laboral fue en diferentes medios de comunicación y aún me dura el shock y el desencanto que sufrí. En ese momento, comienzo a ganar algunos premios de arte y a tomar ciertas decisiones a nivel personal, sobre aspectos ideológicos o laborales que considero esenciales en mi forma de “entender la vida”, y el arte me permite no tener que transigir con ellos.
Como os contábamos, los paisajes, las transformaciones que causamos en ellos y nuestros modos de mirarlos son uno de los temas que más ha desarrollado Antonio en su fotografía, pero él trata de hacer de esta disciplina en su práctica artística no solo un medio para manifestar sus propias ideas, también una vía para el estudio y la experimentación. Así, podemos entender que la reflexión sobre la propia imagen es otro asunto fundamental en su obra: A la hora de plantearme un proyecto o una obra, me interesa abordar temas que me sirven para aprender algo sobre lo que me rodea, que suponen un reto y me permiten experimentar. Pienso que uno de los objetivos del arte, al igual que la filosofía, es hacernos conscientes de pensamientos o ideas que antes nos eran invisibles.
Construyo relatos y escenas que abordan, desde diferentes perspectivas, los procesos de transformación del paisaje y nuestra percepción del mismo a través de la imagen. La naturaleza, el hombre y su huella vistos a través de conceptos como la ilusión y la realidad o la memoria y la transformación.
Por un lado, me interesa el proceso creativo que surge al enfrentarme al entorno y cómo plantear ese proceso para cuestionarlo o adaptarme a él. Por este motivo, el proceso de búsqueda e intervención adquieren gran importancia. Por otro, utilizo la fotografía no solo como una herramienta de expresión sino como un tema de análisis en sí misma. Esto supone un trabajo mucho más pausado y reflexivo en mi forma de relacionarme con los espacios y de representar el paisaje.
En relación con esos procesos cocidos a fuego lento y con sus indagaciones en lo que implica representar el paisaje, Antonio utiliza, como decíamos, la instalación a la hora de enriquecer las relaciones entre sus fotografías y el espacio: Utilizo principalmente el medio fotográfico y la instalación. Actualmente estoy investigando la relación entre la acción del hombre en el entorno y su vinculación con la fotografía como objeto a intervenir. Para ello, manipulo la propia obra creando una relación entre los objetos, el entorno y el medio fotográfico.
Las obras resultantes –fotografías, fotoescultura e instalaciones– redundan en la idea de cómo percibimos y nos relacionamos con el medio natural, intentando descubrir lo que estaba implícito en el entorno a través de los atributos de la imagen. Es frecuente que sus fotografías o las imágenes de sus instalaciones fotográficas en el paisaje busquen desvelarnos fragmentos o detalles de este que nos pasan desapercibidos o no nos quedan visibles.
Hemos preguntado también a Antonio por sus referentes a la hora de trabajar, y aunque menciona influencias plásticas, literarias y fílmicas, nos cuenta que, en el fondo, la fuente de sus imágenes es la propia inventiva: Me influyen más obras concretas que artistas en sí. Quizás el cine y la literatura sean mis principales influencias o fuente de inspiración. Una idea en la que me gusta pensar es: la imaginación, una desbocada fantasía que instaure, de forma sucesiva, espontánea y por sorpresa, escenarios, horizontes siempre orientados hacia una radical sedición contra toda norma escrita y establecida. Se trata de una subversión permanente, orgánica y rigurosa, que nunca permite transitar caminos trillados, sendas gratas, moldes tradicionales.
El fotógrafo ha trabajado en media docena de series, y las relativas de manera clara al paisaje y a nuestra interacción física y visual con él son las más recientes: Simulando anhelo, Less Time than Place y Ver de acción. Esta última fue la premiada por Mondo Galería y hemos podido verla este año allí y en la Galería La Isla: En ella pretendo explorar los límites entre lo natural y lo cultural, creando una experiencia con el paisaje y la interacción con el espacio. Para ello, utilizo la fotografía como medio creador de una ilusión verdadera y la capacidad ilusoria del paisaje como construcción social, recurriendo a la intervención y escenificación para reinterpretar la relación entre hombre y naturaleza.
Estas acciones tienen dos intenciones: invitan a cuestionar el paisaje como construcción ideológica y buscan un acercamiento a la naturaleza y preocupación por la acción del hombre. Al mismo tiempo pretendo explorar el paisaje y su simbología.
Y también nos cuenta lo próximo: Actualmente estoy disfrutando de la Beca Fundación Villalar, gracias a la cual estoy realizando el proyecto “Comporta-miento para un simulacro”, trabajo que sigue la línea de proyectos anteriores.
Podéis conocerlo mejor en su web: www.antonioguerra.eu
